Dice el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 que todos los seres humanos tienen derecho a la educación, "que tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales".
Economistas, sociólogos y politólogos coinciden en que la educación es la base del progreso de las sociedades, y que si se quiere salir del espiral de la pobreza, es preciso invertir en educación. Por eso, la Agencia de las Naciones Unidas para Palestina (UNRWA), está tratando de construir escuelas en la franja de Gaza, después de que éstas fueran destruidas por Israel durante la última masacre, que se llevó la vida de más de 1400 personas. Se trata de formar a los gazís, y evitar de paso que acudan a las escuelas de Hamás, donde se predica el radicalismo religioso y el desprecio por los derechos humanos. Cualquier interesado verdaderamente en la paz en la zona, deberá coincidir con este propósito, ya que los principios de las Naciones Unidas garantizan una mejor convivencia a largo plazo que los de la Guerra Santa.
Sin embargo, en la mente obtusa de los dirigentes de Israel no entran este tipo de concepciones. Obsesionados por la seguridad, acaban de denegar la construcción de varias escuelas de la UNRWA en Gaza, alegando que éstas se encuentran cerca de una supuesta base de Hamás. (al igual que se encontrarían en cualquier otro lugar, ya que la pequeña franja de Gaza está enteramente controlada por Hamás)
En primer lugar, cabe preguntarse quién es Israel para denegar la construcción de escuelas en territorio de un Estado que no es el suyo. La ONU no debería pedir autorización, sino comenzar la construcción, y si ésta es impedida por soldados israelís, iniciar el proceso de expulsión de Israel de la ONU, por no respectar los principios de la organización, tal como prevé el artículo 6 de la Carta de las Naciones Unidas.
Y entrando en el fondo del asunto, esta decisión de denegar el permiso para la construcción de escuelas, es una prueba más de que Israel no quiere una paz estable o duradera con una solución justa, sino que quiere ganar la guerra por K.O, quedándose con todos los territorios de Palestina. Para ello, es vital que proliferen las escuelas de Hamás, y que no cesen los lanzamientos de cohetes Qassam. De esta forma, Israel puede seguir justificando ante el mundo sus masacres, los abusos diarios a la población civil, la ocupación, la colonización ilegal y el muro de la vergüenza. Y ante todo, Israel quiere evitar que la población palestina se eduque y que en ella proliferen líderes pro-derechos humanos al estilo de Mandela o Gandhi, pues se verían obligados a encarcelarlos, y eso no le daría buena imagen internacional.
Mientras la comunidad internacional mire para otro lado cuando Israel desprecia el derecho a la educación, no hay problema para ellos. Sigamos callando, consistiendo con todo y siendo felices en nuestro apacible hogar occidental. Feliz café.
Una de las primeras frases que escribí en los comienzos de este blog fué que estaba personalmente convencido de que Israel no quería(quiere)la paz en la zona,y los hechos no han hecho otra cosa lamentablemente que darme la razón.
ResponderEliminarY me gusta,Daniel,eso que apuntas de que en esas escuelas de la UNRWA puede educarse un futuro Mandela o un Gandhi,cuyas biografías siempre recomiendo,pues como se eduquen en las otras un par de futuros Hitler... Bye again,Israel!.