España cede a Israel la competencia de las políticas de seguridad

El pasado jueves, se disputaba el partido de la Euroliga de baloncesto entre el Baskonia y el Macabbi de Tel Aviv. Como es lógico y debería ser habitual cada vez que un equipo israelí pise Europa, la Plataforma de Solidaridad con Palestina de Gasteiz decidió organizar protestas pacíficas para despertar a la población de su indiferente letargo, advirtiendo de las violaciones diarias de derechos humanos de los ocupantes israelís.

Como prueba de la buena fe de los manifestantes, éstos se reunieron varias veces a lo largo de la semana con una delegación israelí, para pactar los actos que llevarían a cabo y evitarse problemas. En concreto, llegaron al acuerdo de que se repartirían octavillas sobre la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel, y se portarían banderas palestinas y pancartas, pero sin lemas que pudieran resultar ofensivos para nadie.

Minutos antes del partido, los activistas de la Plataforma Solidaria con Palestina, comenzaron su reparto de octavillas. Inmediatamente, policías vestidos de paisano empezaron a requisar las 10.000 octavillas y las pancartas, ante la estupefacción de los activistas. Según informa Koldo Alzola, los agentes del Mosad trazaron un plan de "seguridad" que la Consejería de Interior que dirige el "socialista" vasco Rodolfo Ares ejecutó al dedillo. Los ertzainas retuvieron a los simpatizantes con Palestina, buscando en las pancartas palabras que describan la situación en Palestina, como "genocidio" o "apartheid".

Ante estos hechos bochornosos, los activistas decidieron, una vez lograron entrar al pabellón, saltar al parqué ondeando banderas palestinas en medio del partido. Aunque sólo duraron 5 segundos sobre el campo, fue suficiente para llamar la atención de los asistentes sobre la ocupación israelí.

Sin embargo, a esta seria violación de la libertad de expresión y a esta cesión de soberanía a Israel por parte de España, se sumó el deliberado boicot de la prensa española (con excepción del diario Gara), que no acudió a la rueda de prensa que dieron, tras el partido, los activistas ilegalmente detenidos. Ni uno sólo de los grandes periódicos a escala nacional se hizo eco de las protestas pro-palestinas ni de la sumisión del gobierno vasco a las políticas que dicta Israel, por lo que la protesta pierde capacidad de influencia.

En todo caso, quiero desde este blog mostrar mi más sincera admiración hacia los compañeros de Gasteiz, por su desobediencia civil, y por mostrarnos que aún queda gente en este país que no quiere resignarse a mirar para otro lado cuando Israel mata, ocupa y tortura. Cada vez que un equipo israelí juega en Vitoria, la Plataforma de Solidaridad con Palestina les muestra que no serán bienvenidos hasta que no cese el genocidio palestino. Ahora es preciso que vayan surgiendo Comités de este tipo en el resto de ciudades y pueblos españoles. ¿Te animas? Feliz café.