El lunes pasado, día 13 de septiembre, a las 5 de la mañana, fuerzas especiales de seguridad de Israel demolieron el poblado beduino de Al Araqib por quinta vez en estos últimos dos meses. El poblado, situado en el desierto del Neguev, dentro de las fronteras de Israel, se va poco a poco convirtiendo en un asunto de Estado gracias a la tenacidad y el valor de sus gentes. Por eso, el lunes, los soldados israelís se cercioraron de que los 3 bulldozers destruyeran completamente los cimientos de las casas y así hacer así más difícil la reconstrucción.
Los habitantes de Al Araqib, junto con ciudadanos de poblados cercanos y una docena de activistas israelís e internacionales, estuvieron presentes durante las demoliciones. Sus protestas pacíficas terminaron con el uso de la fuerza de la policía israelí. Tanto los propietarios de las casas como los activistas fueron arrojados fuera del perímetro de viviendas para proceder a la demolición completa.
Los hechos se saldaron con varios beduinos y activistas internacionales detenidos. Por fortuna, no se reportaron heridos físicos, aunque imaginamos que el daño moral causado es inmenso.
Los policías y fuerzas especiales israelís abandonaron la aldea hacia las 6 de la mañana, según informa el AIC, justo cuando los beduinos de Al Araqib comenzaron de nuevo a reconstruir sus casas recientemente destruidas. Los policías advirtieron que tolerarían las bromas de los niños, pero que los adultos que reconstruyesen las casas serían detenidos.
La historia de los beduinos de Al Araqib ha adquirido cierta relevancia pública desde que éstos decidieran enviar una carta a Barack Obama, pidiéndole que mediara en su favor. A pesar de no obtener respuesta, los beduinos de Al Araqib aseguran que seguirán reconstruyendo sus casas, ya que es allí, en el desierto del Neguev, donde han vivido desde mucho antes del establecimiento del Estado de Israel.
En el siguiente vínculo puede verse el vídeo de la tercera demolición del poblado de Al Araqib, que tuvo lugar el día 10 de agosto de este año, aprovechando que el mes del Ramadán comenzaba al día siguiente.
No hay palabras para describir el dolor que estos actos de vandalismo de Estado pueden causar a los ciudadanos beduinos. Hay que recordar que los más de 300 beduinos de Al Araqib son ciudadanos israelís de pleno derecho. De ellos, casi 200 son niños, que ahora quedan en medio del desierto y sin hogar. De nuevo, la comunidad internacional hace oídos sordos a las violaciones de los derechos de las minorías y la limpieza étnica en Israel.
Querido lector, sólo nos queda el boicot y la sensibilización. Seguiremos informado sobre las siguientes demoliciones, que llegarán, ante la indiferencia general. Feliz café.
Si son ilegales, ¿por qué van a poder vivir ah´çi? En todos los países del mundo se hace eso con las viviendas ilegales, como en Francia, Italia... Si el Gobierno español es un blando, yo no tengo la culpa. Espero que les tiren las casas tantas veces como las construyan. Si quieren vivir en Israel, tienen que aceptar sus leyes y costumbres, es decir, que para tener casa hasde tener licencia. Creo que no es una costumbre tan rara. Si no les gusta, que se vayan y dejen de molestar al Gobierno, que tiene cosas mas importantes que hacer
ResponderEliminarEspero que las construyan tantas veces mas una de cuantas las derriben.
ResponderEliminarEngreídos,altivos y miserables.
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Am ISRAEL JAI
ResponderEliminarTURURÚ!!!
ResponderEliminar729.