viernes, 28 de agosto de 2009

"Aerolíneas El Al, bienvenido a Israel"

Este eslogan de la compañía aérea israelí resume perfectamente su forma de actuar. No importa el estado desde el que se vuele, sino que desde el momento en que compre su billete con El Al, se sentirá usted como en Israel.

Llegamos pronto a la T-4 de Madrid, para asegurarnos de que ningún imprevisto nos impidiese volar a Israel. Al acercarnos al mostrador de embarque de El Al, un judío argentino nos fue apartando uno a uno y enviándonos a diferentes stands donde una persona de la compañía nos entrevistaría. El estado israelí y El Al catalogan a las personas, cual cabezas de ganado, según el grado de peligrosidad, siendo 1 el mínimo y 6 el máximo. Una chica de nuestro grupo estudia filología árabe, lo que nos valío para llevarnos la máxima condecoración posible: el 6.

Entre las preguntras que nos hicieron estaban: ¿tiene usted una bomba? ¿Ha conocido alguna vez a un árabe? ¿Ha estado en algún país árabe? ¿Qué hizo usted en Egipto? ¿Tiene amigos palestinos en Facebook? ¿Es usted consciente de que si entra a Palestina podría enamorarse de un terrorista? ¿Ha participado en algún genocidio? ¿Ha hecho usted su maleta o le han ayudado? Todo ello, por su puesto, en aras de nuestra seguridad.

No contentos con el minucioso y cargante cuestionario, nos llevaron a una sala en un sótano de la T-4 bastante intimidatorio, y tras tediosos minutos de espera, nos fueron metiendo uno a uno en una sala, para registrar nuestros cuerpos. A algunos nos hicieron quedarnos en calzoncillos, y nos pasaron el detector de metales por todo el cuerpo, sin que las fuerzas de seguridad españolas hicieran nada por evitarlo.

Luego, fueron abriendo una a una todas nuestras maletas, acompañando el registro de absurdas observaciones y requerimientos, tales como enchufar el cargador al móvil para comprobar que no se tratara de una bomba. A algunos de nosotros nos quitaron todo lo que llevábamos en el equipaje de mano, incluidos libros, guías de viaje o bolígrafos, y nos obligaron a facturarlo. El único objetivo de este trámite era hacer crecer nuestra tensión, y desproveernos de todo tipo de entretenimiento para el vuelo.

Tras más de 2 horas y media de controles, tuvimos que correr para coger el vuelo, y una vez dentro, la sobrecargo dijo " En breves procederemos a ofrecerles nuestro servicios de comida, toda ella con el sello de garantía Kosher". ¿Se imaginan que Iberia no sirviese carne a ningún pasajero durante la cuaresma?

Tras la demostración de cómo ponerse el chaleco salvavidas e indicarnos dónde estaban las salidas de emergencia del avión, los altavoces repitieron, aún sin despegar del aeropuerto de Madrid, "Aerolíneas El Al, bienvenido a Israel".

PD. Querido lector, hé aquí la gravedad del hecho: Primero registraron a los palestinos, pero no le importó. Luego registran a los españoles que vuelan a Israel, y tampoco le importa. Algún día entrarán en su casa, pero ya será tarde. Hasta entonces, no proteste porque Israel intervenga en la sobernía aérea española, y disfrute del café.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Baruch Goldstein, un héroe israelí

Khalil es una ciudad situada plenamente dentro del territorio palestino, que los israelís vienen queriendo ocupar desde hace tiempo, porque en un libro de ciencia ficción de hace 2000 años -la Biblia-, se hace mención al lugar.

El 25 de febrero de 1994, sin que el sol hubiera aún hecho acto de presencia, los musulmanes más fieles de Khalil -Hebrón- se dirigieron como cada día a la mezquita de Ibrahim, para el Fajr -primer rezo de la mañana-. El templo islámico, estaba y está, inexplicablemente, bajo custodia israelí. Casualmente, el día que el ultraortodoxo Baruch Goldstein entró allí con su uniforme militar de Israel y su rifle de asalto, no había nadie allí para controlarle, pues todos los soldados al cargo -menos uno, que miró para otro lado- se habían retrasado esa mañana.

Mientras los musulmanes rezaban, Baruch Goldstein se posicionó tranquilamente detrás de ellos, y comenzó a disparar, matando a 29 personas e hiriendo de gravedad a otras 125. No le importó la situación de invulnerabilidad de sus víctimas. Ningún soldado israelí fue a por él. Tuvieron que ser los propios supervivientes quienes lo pararon...

Supongo que debe tener un cómodo lugar en el paraíso de los judíos, y en la memoria colectiva israelí queda como un glorioso héroe que contribuyó decisivamente a la colonización de Khalil. (Aquí puede verse el testimonio de una señora israelí, que lamenta que no haya más personas tan valientes como Baruch Goldstein y de un señor que dice "lamentablemente, no mató suficientes" (minuto 5 y 10 segundos): http://www.youtube.com/watch?v=n8Me5Ehsbl4 )

¿Se imaginan qué hubiera pasado si un palestino hubiera entrado vestido de militar al muro de las lamentaciones y hubiera matado 29 ultraortodoxos mientras rezaban con la complicidad del Estado palestino? ¿Y qué ocurriría si alguien de la calaña de este auténtico genocida que es Baruch Goldstein, fuera adorado por la población palestina?

Querido lector, siga mirando para otro lado después de leer esta historia, o de lo contrario su conciencia podría pesarle demasiado. Disfrute del café.

domingo, 23 de agosto de 2009

Ejército y educación, transmisores de la enfermedad

Sería caer en la demagogia fácil, el decir que los israelís de por sí son gente violenta, que ven con buenos ojos la opresión que Israel ejerce sobre Palestina, y que miran para otro lado cada vez que hay un bombardeo en el que mueren miles de palestinos.

El hecho de que los 5 partidos más votados en Israel -Likud, Kadima, Laborista, Israel Beteinu y Shas- en las recientes elecciones de 10 de febrero de 2009, hubieran apoyado el genocidio en Gaza de diciembre de 2008, nos obliga a buscar algún una explicación al buen comportamiento electoral de estos partidos.Tras algunas semanas en Israel, veo al menos dos elementos clave en la propagación de esa enfermedad de violencia y miedo colectivos que padece la sociedad israelí.

Por un lado, el Ejército. Es la fuerza más poderosa de Oriente Medio, y ha permitido a Israel extender su territorio tras vencer en diversas guerras. Todos los chavales israelís están obligados a servir 3 años allí -2 años las mujeres-. A los 18 años, cuando más influenciable es una persona, ya pueden imaginar lo fácil que será para los "halcones" de Estado, manipular esas jóvenes mentes e instruirles en los ideales sionistas y antiarabistas, así como enseñarles la ecuación palestino= terrorista. Decenas de chavales pasan los veranos en un check-point cualquiera de los territorios palestinos ocupados, pasando un tremendo calor, viendo palestinos pasar, y con el miedo infundado de que en cualquier momento alguien se inmole al pasar con el coche. Tras 3 años así, sin haber estudiado aún una carrera ni nada, ¿quién no vería con buenos ojos que mueran 1500 palestinos terroristas en Gaza?

El segundo pilar es la escuela. Hay cuatro sistemas educativos en Israel, dependiendo de las características étnicas y religiosas de cada persona, y del deseo de los padres, pero todos funcionan bajo la atenta supervisión del ministerio de educación de Israel, quien también aprueba los libros de texto. En ellos se dice, por ejemplo, que antes del día de la Independencia de Israel, "habitaban en el territorio diversos pueblos nómadas y primitivos". Está prohibido que los libros hagan referencia a la "Naqba", que no es otra cosa que la matanza y expulsión de palestinos que tuvo lugar a finales de los años 40, al fundarse el estado de Israel.

Los aspirantes a profesores, una vez conseguida la plaza, tienen que pasar por un proceso de "security clearance" -limpieza de seguridad- para que el Ministerio compruebe que no tienen ideas contrarias a lo que el Estado quiere propugnar en la escuela. Quien no pase las pruebas de limpieza, pierde automáticamente su derecho a la plaza docente. Como puede observarse, es fácil dejarse contagiar por la corriente, y muy difícil e improductivo nadar en sentido contrario.

Una vez metidos en este círculo vicioso que tiene lugar actualmente en la sociedad israelí, podemos constatar una vez más que la solución no vendrá de la parte ocupante, motu propio, sino que es precisa la presión exterior. Y es irrelevante que Burundi o Timor Oriental decidieran romper relaciones económicas con Israel. Sólo Europa y USA tienen en sus manos el fin de la ocupación y el sufrimiento palestino. Y sólo la sociedad civil de esos países puede presionar a los gobernantes para que hagan algo.

No obstante, no vaya a preocuparse usted, querido lector, por exigir nada al gobierno, ni moverse por la causa palestina. Le requeriría mucho tiempo -10 minutos al día al menos- y Palestina no está tan cerca como para que pueda usted sentirse culpable de su indiferencia. Descanse y disfrute del café.

sábado, 22 de agosto de 2009

Un Estado racista desde su fundación

En las leyes constitucionales egipcias, se dice que además de los nacidos en Egipto o de padres egipcios, podrán tener la nacionalidad egipcia todos aquellos que practiquen la religión musulamana. Esto implica discriminar favorablemente a un grupo -los musulmanes- en detrimento de cristianos, ateos y judíos.

Según la Rae, en lengua castellana, "racista" es aquel que exalta el sentido racial de un grupo por oposición a otros. Por ello, diré que la República de Egipto es un estado racista.

El artículo 2.1 de la Carta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, firmada en 1948, establece que no cabe discriminar a nadie por razón de su religión. ¿Cómo puede ser que hoy, en el siglo XXI, haya un estado tan teocrático como para llegar a dar la nacionalidad a todos aquellos que profesen la religión mayoritaria? Esta práctica supone la institucionalización y el favorecimiento del confesionalismo del Estado, y relega a quienes no comparten esa religión a la categoría de ciudadanos de segunda. Más aún, no es algo que un gobernante pueda cambiar, sino que hay que modificar las leyes constitucionales del Estado y para ello se precisa consenso interno y presión exterior. Todos los países económicamente punteros deberían romper relaciones con un Estado que incumple así los derechos humanos y uno de los dictámenes más básicos del sentido común: que todos los seres humanos son iguales, sin importar las creencias que profesen.

Coincidirá conmigo, amable lector, que este hecho merece también la condena de los ciudadanos que crean en la democracia y en la libertad. Por eso le pido que se una a mi rechazo y que contribuya a extender el mensaje de boicot a este tipo de países. Muchas gracias por su amabilidad.

Ah, y perdone por mi error. No es Egipto, sino Israel, el país que desde su fundación, otorga la nacionalidad a quienes profesen la religión judía. Espero que este pequeño desliz no disminuya la rotundidad de su condena a un estado teocrático y racista. Disfrute del café.

lunes, 17 de agosto de 2009

Calatrava, la vergüenza de España

El arquitecto español ha diseñado un puente que permite a Israel unir los territorios ocupados de Al-Quds (Jerusalem) con la parte israelí de la ciudad. De esta manera, la ocupación ya no es sólo provisional, sino que el costoso puente servirá de excusa a Israel, para, en "aras del arte", no ceder nunca esa parte de Al-Quds que está ocupando. Así, este artquitecto sin escrúpulos pasará a la historia por ser uno de los profesionales internacionales que más contribuye al sufrimiento palestino.

En declaraciones al diario el Mundo, el día de la inauguración de su ominosa obra, el valenciano declaraba: "He estado muchas veces en Israel, un país que amo y que cada vez que vengo lo amo más y lo conozco más. De hecho aquí me tratan como un judío más"

Quede dicho de antemano que el construir en Israel no tiene nada de malo, cada cual es libre de elegir al que más pague, como hace Calatrava. Lo condenable es institucionalizar y perpetuar la ocupación, construyendo en la Palestina ocupada, puentes que unan los asentamientos con Israel.

España es uno de los países que más coopera con Palestina. La población está concienciada, y quiere que termine la ocupación. Por eso, confío en que la gente tomará conciencia de este hecho, y cada vez que un Ayuntamiento, Comunidad Autónoma o cualquier otra institución le conceda a Calatrava el encargo de construir algún edificio público, el pueblo entero salga a las calles, y le diga a su alcalde que no quiere que alguien así diseñe nada para su ciudad. Los suecos ya lograron, mediante el boicot, que dos empresas que trabajan en un tranvía que une Israel con asentamientos judíos, queden excluidas de los concursos públicos en Suecia. España no puede ser menos. ¡Llamo desde aquí al boicot al arquitecto de la vergüenza!

Querido lector, gracias por su tiempo. No se preocupe, que la llamada al boicot no va por usted. Sería causar excesivas dificultades a su persona, y no quiero abusar de su amabilidad. Si total, uno sólo nada puede hacer. Y no hagamos caso a aquello que decía Gandhi, : "Sé como te gustaría que fuera el mundo". Feliz café.

jueves, 13 de agosto de 2009

Una de muros

Tal día como hoy, hace 48 años, el gobierno de la República Democrática Alemana decidió erigir un muro en Berlín para separar la ciudad. Fue por la noche, sin avisar. Los berlineses despertaron aquel día consternados por la barbarie. El muro tenía una longitud de 120 kilómetros y fue construido íntegramente en territorio soberano de la RDA. Aún así, la comunidad internacional protestó efusivamente y desarrolló una ofensiva diplomática de condena. No se podía dejar que se hiciera algo así en el nombre del comunismo.

El 16 de junio de 2002, el gobierno de Ariel Sharon inició la construcción de un muro en Cisjordania, el 85% del mismo en territorio palestino, y de paso se anexionó el 9,5% de los
territorios palestinos, (parte de ellos, de tal importancia simbólica como el 25% de la ciudad de Baitlahem -Belén-) Tiene 413 kilómteros de longitud. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU y la Corte Internacional de Justicia han declarado ilegal construir muros en un terreno que es de otro país.

Sin embargo, la comunidad internacional mira para otro lado mientras se va ampliando el muro más y más, y mantiene buenas relaciones diplomáticas con Israel. Es que claro, este muro no sa ha construido en nombre de ninguna idea subversiva que amenace la libertad del mundo libre y civilizado, sino en aras de la "seguridad", la "paz" y la "lucha contra el terrorismo".

El muro de Israel ha cumplido ya 7 años. ¿Llegará a los 28 de su inspirador alemán? Si seguimos con esta indiferencia en Occidente, seguro que sí. Querido lector, gracias por su precioso tiempo. Disfrute del café.

lunes, 10 de agosto de 2009

Meir Margalit, un israelí atípico

Su agradale acento argentino recubre palabras sinceras desde la primera vez que lo ví. Menudo, luchador incansable, caballeroso, valiente, Meir Margalit es un israelí anómalo. Condena con rotundidad la política israelí de ocupación y opresión. Desde su puesto de miembro del pleno del ayuntamiento de Al Quds (Jerusalem) por Meretz -único partido de la izquierda israelí- y de miembro del Comité israelí contra la demolición de casas (ICAHD), Meir pelea a diario para frenar a desarabización de Al Quds (Jerusalem) y para que miles de palestinos de Al Quds no se queden sin casa injustamente.

Cada mes hipoteca su sueldo, entregándolo por adelantado al ICAHD para que sus proyectos puedan seguir adelante. Cuando la municipalidad de Jerusalem decide demoler una casa palestina, el ICAH se desplaza a la zona, y se pone delante de los bulldozers para evitar la expropiación ilegítima, que viola los principios más básicos del derecho de propiedad que con tanta asiduidad se bendice en Occidente. En Al Quds las casas palestinas son demolidas con órdenes municipales de lo más banales, siendo el objetivo último crear asentamientos israelís en Al Quds oriental.

El pasado mes de julio tuve ocasión de pasar 2 días con Meir. Por desgracia, esos días el ayuntamiento de Al Quds había decidido desafiar la política de Obama y continuar las demoliciones de casas, que llevaban paradas desde la visita de Hillary Clinton. El teléfono de Meir no dejó de sonar ni un instante, y estuvímos moviéndonos de punta a punta de Al Quds todo el tiempo, viendo las tropelías que se cometen en los barrios palestinos. Es admirable ver cómo Meir conoce cada rincón de la ciudad, cada asentamiento de la parte vieja, cada persona... No es concebible algo así en un concejal de nuestro país, que además sólo busca disminuir el sufrimiento de quienes viven con la incertidumbre eterna, de saber cuándo será demolida su casa.

Por desgracia, Meir Margalit es un israelí atípico. Meretz tiene sólo 3 miembros en el pleno del ayuntamiento de Al Quds. El ICAHD vive del respaldo de la cooperación internacional, con importante financiación española. Es necesario multiplicar los esfuerzos económicos y la presión política de la sociedad civil internacional, para tratar de fortalecer las asociaciones israelís que quieren la paz. De lo contrario, desaparecerán y no habrá oposición política ni ciudadana en Israel.

Querido lector, ya puede olvidarse de estas "chungas movidas" de israelís y palestinos, que estamos en agosto y en España se está muy bien. No hay que amargarse. Disfrute de su café.

Gaza, el agua ocupada

Este documental, realizado el año pasado por Asamblea de Cooperación por la paz, muestra con ironía el problema de la escasez de agua de los habitantes de Gaza.

viernes, 7 de agosto de 2009

Playas alambradas

Otro de los escenarios cotidianos, sintomáticos de la enfermedad que padece gran parte de la sociedad israelí, son las playas. En apariencia son pura naturaleza, un lugar de recreo, sin restricciones más allá de las indicaciones de los socorristas, donde todos los seres humanos conviven tranquliamente. En Israel no.

En las ciudades donde hay una población árabe de cierta entitad, como Haifa o Nazareth, muchas playas tienen horarios restringidos y para entrar hay que pasar por un control de seguridad. El espacio para bañarse está perfectamente delimitado por corcheras, que nadie puede sobrepasar.

Este tipo de actuaciones paranoicas son las que contribuyen a perpetuar los prejuicios de muchos israelís hacia los palestinos y a hacerles creer que tantas medidas de seguridad son necesarias, y de paso jsutificar el enorme gasto militar. No se dan cuenta de que más de el 99% de los palestinos son personas normales, capaces de bañarse en el mismo agua que un israelí sin arrojar bombas. ¿Se imaginan todas las playas del País Vasco con un muro, alambres y un control policial para entrar? Hasta que un gobierno israelí no acabe con esta ficción, la sociedad israelí no estará preparada para la paz.

Querido lector, espero no haberle amargado su tranquilidad veraniega. Disfrute del café.