domingo, 23 de agosto de 2009

Ejército y educación, transmisores de la enfermedad

Sería caer en la demagogia fácil, el decir que los israelís de por sí son gente violenta, que ven con buenos ojos la opresión que Israel ejerce sobre Palestina, y que miran para otro lado cada vez que hay un bombardeo en el que mueren miles de palestinos.

El hecho de que los 5 partidos más votados en Israel -Likud, Kadima, Laborista, Israel Beteinu y Shas- en las recientes elecciones de 10 de febrero de 2009, hubieran apoyado el genocidio en Gaza de diciembre de 2008, nos obliga a buscar algún una explicación al buen comportamiento electoral de estos partidos.Tras algunas semanas en Israel, veo al menos dos elementos clave en la propagación de esa enfermedad de violencia y miedo colectivos que padece la sociedad israelí.

Por un lado, el Ejército. Es la fuerza más poderosa de Oriente Medio, y ha permitido a Israel extender su territorio tras vencer en diversas guerras. Todos los chavales israelís están obligados a servir 3 años allí -2 años las mujeres-. A los 18 años, cuando más influenciable es una persona, ya pueden imaginar lo fácil que será para los "halcones" de Estado, manipular esas jóvenes mentes e instruirles en los ideales sionistas y antiarabistas, así como enseñarles la ecuación palestino= terrorista. Decenas de chavales pasan los veranos en un check-point cualquiera de los territorios palestinos ocupados, pasando un tremendo calor, viendo palestinos pasar, y con el miedo infundado de que en cualquier momento alguien se inmole al pasar con el coche. Tras 3 años así, sin haber estudiado aún una carrera ni nada, ¿quién no vería con buenos ojos que mueran 1500 palestinos terroristas en Gaza?

El segundo pilar es la escuela. Hay cuatro sistemas educativos en Israel, dependiendo de las características étnicas y religiosas de cada persona, y del deseo de los padres, pero todos funcionan bajo la atenta supervisión del ministerio de educación de Israel, quien también aprueba los libros de texto. En ellos se dice, por ejemplo, que antes del día de la Independencia de Israel, "habitaban en el territorio diversos pueblos nómadas y primitivos". Está prohibido que los libros hagan referencia a la "Naqba", que no es otra cosa que la matanza y expulsión de palestinos que tuvo lugar a finales de los años 40, al fundarse el estado de Israel.

Los aspirantes a profesores, una vez conseguida la plaza, tienen que pasar por un proceso de "security clearance" -limpieza de seguridad- para que el Ministerio compruebe que no tienen ideas contrarias a lo que el Estado quiere propugnar en la escuela. Quien no pase las pruebas de limpieza, pierde automáticamente su derecho a la plaza docente. Como puede observarse, es fácil dejarse contagiar por la corriente, y muy difícil e improductivo nadar en sentido contrario.

Una vez metidos en este círculo vicioso que tiene lugar actualmente en la sociedad israelí, podemos constatar una vez más que la solución no vendrá de la parte ocupante, motu propio, sino que es precisa la presión exterior. Y es irrelevante que Burundi o Timor Oriental decidieran romper relaciones económicas con Israel. Sólo Europa y USA tienen en sus manos el fin de la ocupación y el sufrimiento palestino. Y sólo la sociedad civil de esos países puede presionar a los gobernantes para que hagan algo.

No obstante, no vaya a preocuparse usted, querido lector, por exigir nada al gobierno, ni moverse por la causa palestina. Le requeriría mucho tiempo -10 minutos al día al menos- y Palestina no está tan cerca como para que pueda usted sentirse culpable de su indiferencia. Descanse y disfrute del café.

5 comentarios:

  1. Si no me equivoco,los estudiantes del Talmud están exentos del servicio militar,lo que produce una paradoja:algunos se inician en la religión para evadirse de las armas y acaban nutriendo las filas de los partidos ultrarreligiosos que incitan a la guerra que harán otros conciudadanos en su nombre y por sus votos. No estoy totalmente seguro de ésto,y rogaría una aclaración.

    ResponderEliminar
  2. Y aquí va la explicación Bruno. A los ultraortodoxos se les exime de entrar al ejército, pero sí que tienen uno de los 4 sistemas educativos que hay, especial para ellos, con unos contenidos especialmente antiarabistas y sionistas. Por tanto, en su caso no les hace falta ni ir al ejército, ya lo aprenden todo en la escuela. Además, muchos de estos grupos de ortodoxos han creado patrullas por su cuenta para garantizar la seguridad de los colonos en lugares santos, e incluso algunos ya no reconocen al estado de Israel, sino que tienen su propia bandera naranja, bajo la creencia de que Netanyahu es un moderado que está tardando demasiado en conquisrtar toda la tierra prometida.

    ResponderEliminar
  3. Netanyahu un moderado?.Bueno,de entrada no está mal. Sabía que apedrean coches en el sabbath y que mas de una"minifaldera"ha tenido problemas por"descocada",pero lo de la bandera propia me desborda. Sin comentarios.

    ResponderEliminar
  4. Lo de la bandera propia comenzó con los colonos de Khalil, (Hebrón)que quieren ocupar por la fuerza la mezquita de Ibrahim en esa ciudad y convertirla en una sinagoga, ya que el templo se menciona en un libro de ciencia-ficción de hace 2000 años (la Biblia) y por tanto creen que les pertenece. Como el gobierno moderado y pacífico de Israel no les apoyaba, optaron por autoorganizarse y desentenderse de todo lo demás. Su héroe es el amigo Baruch Goldstein, quien sin duda merecerá un artículo pronto en el blog.

    ResponderEliminar
  5. Algún día debieras hacer un blog sobre"monoteísmos". Cuando era jóven llamaba al "antiguo testamento"CUENTOS JUDÍOS,y al"nuevo"LEYENDAS MEDITERRÁNEAS. Me encantará saber la vida y milagros del Sr.Baruch. Un saludo.

    ResponderEliminar