sábado, 26 de diciembre de 2009

En el portal de Belén...

Según la división de terreno establecida por las Naciones Unidas y aceptada internacionalmente desde 1967-salvo por el Estado de Israel-, la municipalidad de Belén se extiende por un área de 658 km cuadrados, desde la frontera oeste con Israel hasta el Mar Muerto. En esta zona viven 168.000 palestinos. La ciudad de Belén es un gran centro económico, formando parte del corredor del Sur, que integran además Al Quds -Jerusalen- y Ramalah, y donde se concentra el 35% de la actividad económica palestina.
Además, Belen es un lugar de peregrinaje, porque es allí donde la cultura popular cristiana supone que nació Jesucristo y por las celebraciones navideñas que tienen lugar en la basílica de la Natividad. Por primera vez en 2009 años de Cristianismo, existe una barrera física que impide ir entre Belén y Jerusalen, ya que Israel acaba de terminar la construcción del muro de la Zona norte, que separa ambas ciudades santas.

En la municipalidad de Belen, Israel ha erigido 32 barreras físicas que rodean la ciudad, incluidos puestos de control y bloqueos de carreteras que impiden la libertad de circulación de mercancías y personas. Asimismo, en este área hay 19 asentamientos israelís y 16 puestos puestos de avanzada, en los que viven un total de 86.000 colonos. Tan sólo el 13 por ciento de las tierras comprendidas en la gobernación de Belén se encuentra bajo control palestino.

En febrero de 2009, Israel declaró unilateralmente que 1.700 dunums (1 dunum=1.000 metros cuadrados) de tierras pertenecientes a la aldea palestina de Artas, al sur de Belén, pasaban a ser "tierras estatales" destinadas a la expansión futura del asentamiento de Efrata.

Los principales asentamientos de la municipalidad, tales como Har Homa, Betar Illit, Efrat, Geva'ot y Bat'Ayin, tienen planes de expansión que pronto se llevarán a cabo. De la misma forma existen planes para construir un nuevo asentamiento llamado Gi'vat Yael en la zona de Al Walaja.

Mientras el mundo mira para otro lado, Israel va acercándose más y más a su objetivo de hacerse con el control total de la turística y rentable ciudad de Belén. En la actualidad acaba de completar el cerco mediante asentamientos y checkpoints. Ahora toca expandirse y ahogar a la población palestina, para que muera de hambre y sed.

Entonces, los palestinos más decididos, viendo que sus padres van muriendo de inanición, cogerán las armas y se inmolarán ante los soldados israelís. Esta será la excusa perfecta y definitiva para que el ejército israelí entre en la ciudad, hasta la mismísima Basílica de la Natividad. Luego establecerá un puesto de control permanente en el centro urbano. Más tarde lo dividirá en dos partes, una palestina y otra israelí, y luego le irá comiendo terreno a la zona palestina. Comenzarán las demoliciones de casas palestinas, a la par que vendrán nuevos colonos a instalarse en el centro de la ciudad de Belén. Los palestinos más peleones seguirán resistiendo, y el resto emigrarán a otras ciudades. Los antiguos palestinos que vivían allí pasarán a ser llamados "terroristas" o "animales que no saben convivir en paz", y serán expulsados de la ciudad.

En definitiva, de aquí a 10-15 años, Belén será una ciudad israelí, y el mundo entero se someterá a la política de hechos consumados de Israel sin rechistar. Ni siquiera El Vaticano parece dar señales de vida ante la política israelí de aislar los lugares santos del Cristianismo.

Querido lector, feliz Navidad. Cante usted muchos villancicos, y piense en el Belén de hace 2009 años, que seguro que aunque había persecuciones de niños, no era tan trágico como el actual. Y tras unas buenas comilonas navideñas, disfrute de su café.

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