jueves, 30 de septiembre de 2010

Escenarios de la ocupación (II) Qalandia

Cuando uno llega a Qalandia, y es obligado a parar y bajar del coche por las fuezras de ocupación israelís, se tiene la certeza de estar en un Estado totalitario. El Checkpoint Charlie de Berlín parece un lugar acogedor si se compara con este control fonterizo que ha impuesto Israel a los palestinos. Las verjas, el hormigón, los soldados armados, las banderas israelís en territorio ocupado y el muro del apartheid que cubre todo el paisaje, resumen muy bien las políticas de ocupación.Qalandia es uno de los puntos clave de la ocupación israelí, pues separa dos de las ciudades palestinas más importantes: Ramallah y Al Quds. Miles de palestinos han de cruzar cada día el checkpoint de Qalandia para ir a sus trabajos o escuelas. Las tragedias son constantes: partos que han terminado en muertes porque no han dejado pasar a las ambulancias, estudiantes no han llegado a tiempo a sus exámenes, trabajadores han sido despedidos por no poder ir a trabajar, palestinos inocentes asesinados porque a un soldado se le va la mano y cosechas enteras se han podrido por imposibilidad de pasar al otro lado para recogerlas. Esta es la rutina en Qalandia.

Qalandia es un puesto de control que vulnera la legalidad internacional, ya que está establecido por un Estado -Israel- en territorio de otro Estado -Palestina- Es como si Francia impusiese un control militar para ir de Madrid a Toledo. Si bien es cierto que Qalandia es el checkpoint más concurrido, no se trata de algo excepcional. A lo largo de Cisjordania, cientos de checkpoints y controles esporádicos impiden la libre circulación de los palestinos por su propio territorio.Hay dos formas de pasar por Qalandia. Una es yendo de Al Quds a Ramallah, en la que prácticamente hay libertad de movimientos, ya que en teoría se entra en territorio controlado por el gobierno Palestino. Israel no hace excesivos esfuerzos en evitar que entre gente sin papeles a Palestina. Sólo se asegura de que ciudadanos israelís no vayan a Ramallah si no son colonos. De hecho, es conocido por todos que Israel favorece la entrada de drogas en Cisjordania, a través de la relajación de los controles, para tener a la población adormilada.

La segunda opción es haciendo el camino inverso, es decir, de Ramallah a Al Quds, que es considerada por Israel -aunque no por la comunidad internacional- como parte de su territorio. Los controles son escalofriantes, sobre todo si se va en compañía de palestinos. Han de bajarse de sus vehículos, entrar a un pasadizo encajado en hormigón y con verjas, para que los soldados israelís vean a quienes pasan. Piden los papeles de mala manera, hacen preguntas impertinentes y muchas veces deniegan el paso o lo retardan hasta asegurarse de que quien intenta pasar no llegará a su destino a tiempo.

Sin embargo, todo aquel con pasaporte israelí y perteneciente a la etnia judía, no tiene que bajarse si quiera del coche en Qalandia. Los soldados le sonreirán y le harán un amale gesto para que continúe su camino, disculpándose por las molestias que los atascos puedan haberle ocasionado.

Querido lector, ¿se imagina que cada mañana, al ir a trabajar, tuviera que pasar por Qalandia, donde es habitual que haya colas de más de una hora? ¿Se imagina levantarse a las 5 de la mañana para ir a trabajar, en previsión de las largas esperas en Qalandia, sin tener siquiera la certeza de que ese día los soldados israelís le dejarán pasar? ¿Cree usted que es humano someter a seres de nuestra propia especie a esta humillación constante? ¿Cree usted que es moral permitirlo siquiera? Feliz café.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Cerrado por huelga

Como gesto de solidaridad a los trabajadores y trabajadoras de nuestro país, que están en huelga para defender sus derechos laborales, hoy no se actualizara este blog.

sábado, 25 de septiembre de 2010

Respuesta al embajador de Israel

De nuevo, el embajador de Israel en España, Rafael Schultz, hace uso del victimismo para defender lo indefendible. En una lamentable carta, de nulo rigor intelectual, el embajador contesta a un artículo publicado en el diario el País por Luz Gómez, titulado: "La necesidad de la idea binacional". Aquí cuelgo mi contestación:

"El apartheid israelí"

En su carta del 23 de septiembre, el embajador de Israel critica que se hable de apartheid y bantustanes en Israel, pero sin aportar ni un solo argumento para probar que esa comparación no se ajusta a la verdad. Sin embargo, cada vez hay más indicios de que Israel podría estar incurriendo en un delito de apartheid frente al pueblo palestino.

Varios Premios Nobel de la Paz, como Desmond Tutu o Jimmy Carter -en su libro "Peace, not apartheid"-, han sostenido que Israel está cometiendo un crimen de apartheid. Esta idea es compartida por Hendrik Verwoerd y J.J Fouche, primer ministro y ministro de defensa de la Sudáfrcia del apartheid. El también sudafricano John Dugard, enviado especial de las Naciones Unidas en Palestina, concluyó en su informe de 2007 que "hay elementos de las políticas israelís y de la ocupación que constituyen un crimen de apartheid y colonialismo, contrario al derecho internacional." Asimismo, el Consejo de Investigaciones Sociales de Sudáfrica, demostró en 2009 que Israel estaba cometiendo un crimen de apartheid en sus políticas de dominación de los judíos sobre los palestinos.

Y más allá del debate académico, lo cierto es que cualquiera que visite Cisjordania puede comprobar por sí mismo la política israelí de bantustanes: carreteras sólo para uso de los ciudadanos israelís, asentamientos sólo para israelís, checkpoints para palestinos a la salida de las ciudades, un muro que separa ambas comunidades...

En cualquier caso, sin viajar, se puede ver la legislación israelí a lo largo del tiempo, que ha promovido y promueve sin tapujos la judeización del territorio y la dominación sobre los palestinos: la ley del Retorno permite adquirir la nacionalidad sólo a los judíos; la Ley de Ciudadanía y Entrada impide adquirir la nacionalidad vía matrimonio si éste tiene lugar con palestinos; y otras muchas leyes, como la Ley de Propiedad de los Ausentes, la Ley de Adquisición de Tierra, la Ley Básica de Tierras de Israel o la Ley de Asentamientos Agrícolas, que han supuesto serias violaciones de la igualdad entre israelís y palestinos.

En definitiva, los hechos dan suficientes pruebas como para afirmar que Israel podría estar cometiendo un crimen de apartheid, sin que para ello sea necesario ser antisemita, antisionista y antiisraelí.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Escenarios de la ocupación (I) Orient House

Quiero iniciar con este post otra serie sobre la ocupación, que mostará algunos lugares paradigmáticos de la ocupación israelí. Son sitios dolorosos para la población palestina, por lo que significaron para ellos o por el sufrimiento que les causan a diario. En primer lugar, quiero hablar de la Orient House de Al Quds.Este emblemático edificio, que fue construido en 1897 por Ismail Musa Al Husseini, ha sido un gran centro de actividad diplomática y el lugar donde se han alojado los invitados de Palestina. Ya en 1898 La Orient House tuvo como huésped al Kaiser Guillermo durante su visita a Jerusalén. Cuando se produjo el entierro del Sharif de la Meca en la Mezquita de Jerusalén, en 1930, las condolencias a los familiares, el Rey Abdalá, el Rey Alí y el Príncipe Said, les fueron dadas en la Orient House. Y en 1936, Haile Selasie, emperador de Etiopía y la emperatriz de Abissinia, se hospedaron en la Orient House cuando los italianos les expulsaron de su país.

Tras la Guerra Árabe-Israelí de 1948, la Orient House quedó del lado árabe, pasando a control jordano. Entre 1948 y 1950 fue la sede de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos. Dos años después, los propietarios decidieron convertirlo en un hotel, el "New Orient House", hasta que en 1967 fue ocupado por Israel. El hotel fue inmediatamente clausurado y el edificio quedó abandonado.

En 1983, la Organización Científica Árabe, dependiente de la Organización para la Liberación Palestina, alquiló una parte del edificio. Sin embargo, en 1988 Israel cerró la Orient House de nuevo y prohibió toda actividad de la OLP en ella. En 1992 la Orient House fue renovada por su dueño, Faisal Huseini. En 1993, con la firma de los Acuerdos de Oslo, Israel se comprometió a permitir la libre utilización de la Orient House a los palestinos. Entonces, la Orient House albergó la sede del Ministerio de Exteriores de Palestina.

Sin embargo, el alcalde de Jerusalén en aquel entonces, Ehud Olmert, hizo todo lo que pudo para dificultar su uso. Se negó sistemáticamente a reunirse con Faisal Huseini y exigió a la Orient House el pago de 300.000 dólares de impuestos municipales, a pesar de que el edificio no se encuentra bajo su jurisdicción, sino en otro país. Además, la Orient House es una sede diplomática y por lo tanto está exenta de pagar tributos.

En 2001 falleció Faisal Huseini, y en agosto de ese año, Ariel Sharon decidió cerrar la Orient House definitivamente. El gobierno israelí confiscó todo lo que allí había: objetos personales, información confidencial sobre el asunto de Jerusalén, documentos referidos a la Conferencia de Madrid de 1991 y la colección de fotografía de la Sociedad de Estudios Árabes, así como documentos y objetos personales de Faisal Huseini.

Desde entonces, una de las exigencias palestinas en todas las negociaciones es la reapertura de la Orient House, que está prevista que sea parte de la sede del Gobierno Palestino, en su capital, al Quds. Israel trata por todos los medios de inutilizar este edificio, para asegurarse que todo Jerusalén queda completamente bajo su dominio. La comunidad internacional ha realizado tímidos esfuerzos pidiendo el fin del bloqueo israelí a la Orient House. El último fue realizado en enero de 2010 por el Cuarteto para Oriente Próximo. (USA, UE, ONU y Rusia)

Es difícil expresar el dolor y la humillación que supone para los palestinos el cierre y saqueo de los archivos de la Orient House. Este edificio, símbolo de la cultura y honor palestinos, está siendo invadido por los hierbajos. Las grietas se van poco a poco adueñando de las paredes, y en unos años, si las cosas no cambian, se acabará derrumbando. Israel está a punto de lograr su objetivo de borrar poco a poco todos los trazos palestinos de Al Quds. Nuestra indiferencia es su mejor cómplice. Feliz café.

martes, 21 de septiembre de 2010

Un poco de alegría

Palestina entera tiene motivos para celebrar, pues una selección palestina está participando el Mundial de Fútbol de Personas sin Hogar, que tiene lugar entre el 19 y el 26 de septiembre en Río de Janeiro. Es un torneo solidario, organizado para lograr favorecer, a través del deporte más seguido del mundo, la integración en la sociedad de quienes menos recursos tienen. Entre sus patrocinadores están la UEFA, la Red Internacional de Periódicos de la Calle y las Naciones Unidas. La de Río de Janeiro es la 8ª edición del torneo, que viene celebrándose anualmente desde 2003.

Los partidos se desarrollan en un campo de "fútbol calle", con 4 jugadores por equipo -3 y el portero- que disputan dos tiempos de 7 minutos. En total participan este año 64 equipos, todos ellos integrados por personas que viven en la calle, exiliados y refugiados.
En el caso palestino, los integrantes del equipo proceden de campos de refugiados en Líbano, donde Israel no puede impedirles la salida. Hasta el momento han disputado un total de 4 partidos de la fase de grupos: Palestina 8-2 Finlandia; Palestina 8-2 Hong Kong; Palestina 1-7 Inglaterra; y Palestina 13-4 Argentina. De momento, con 3 victorias y una derrota, van segundos de grupo, pero empatados con Polonia, con quien jugarán esta noche.

Más allá del resultado, en este torneo lo importante sí que es participar. Y en concreto en el caso palestino, más aún, ya que la selección palestina de profesionales apenas puede jugar en las competiciones internacionales, porque Israel pone limitaciones arbitrarias al movimiento de los jugadores y derriba los estadios que se construyen en Palestina. Por eso, las victorias de este equipo palestino de Personas sin Hogar son ahora mismo motivo de orgullo nacional. Feliz café.

lunes, 20 de septiembre de 2010

¡Vivan los Países Bajos!

Esta semana, los alcaldes de los Países Bajos se han encontrado con una curiosa cita en sus agendas: una reunión con alcaldes de Israel, organizada por el Comité Judío Americano. El acto incluía la visita de más de 30 alcaldes de Israel. Sin embargo, el Estado ocupante la ha intentado colar y ha metido en esa lista a 4 alcaldes de asentamientos ilegales, territorios de otro país -Palestina- que mantiene ocupados en contra de las normas de Derecho Internacional Público y de las resoluciones de las Naciones Unidas. En concreto, eran los alcaldes ocupantes de los asentamientos ilegales de Efrat, Oranit, Beit Aryeh y Har Adar.El Ministerio de Exteriores de los Países Bajos se dio cuenta de esta treta y se puso en contacto con Israel para que quitara de la lista a los cuatro alcaldes ilegales. Ante la negativa categórica de Israel, que dijo que los Países Bajos "no eran quién para hacer las listas de las delegaciones israelís", el Ministerio neerlandés llamó a sus alcaldes para que cancelen el encuentro. Y como es lógico, la asociación neerlandesa de Alcaldes acaba de anunciar que suspende el acto.

Ante esta valiente decisión, la única posible si se quiere actuar conforme a las resoluciones de Naciones Unidas y no mantener contactos con ocupantes ilegales, el victimismo israelí no se ha hecho esperar. El portavoz del Ministerio de Exteriores de Israel, Yossi Levi, dijo que su país se siente "profundamente decepcionado por la cancelación y que le "da pena que se haya politizado así una visita que era técnica y profesional". De lo que no parece haberse dado cuenta el señor Levi es que quien ha politizado la visita ha sido Israel, permitiendo que representantes de asentamientos ilegales acudan a la reunión.

Y en una declaración puramente demagógica, la Unión de Autoridades Locales de Israel declaró que condena la decisión de Países Bajos y que es una lástima que en esas reuniones: "no se quieran mantener contactos con representantes de todo el espectro político". ¿Se estarán refiriendo a esta decisión o están delirando?

Como último argumento, alegaban que otros países, como Francia o Dinamarca sí que habían realizado encuentros de este tipo. Habría que decirles que el hecho de que Francia y Dinamarca incumplan el Derecho Internacional y mantengan relaciones con alcaldes ilegales, no implica que todos los países tengan que aceptar las propuestas de Israel de violar las normas internacionales y las resoluciones de la ONU.

Espero que la Política Exterior Europea lleve a que todos los países de la Unión Europea sigan el ejemplo neerlandés y no mantengan ningún tipo de contacto con estos alcaldes usurpadores de territorios. No podemos ser cómplices de la barbarie del colonialismo israelí. Esos más de 300.000 colonos ilegales deben sentir que o vuelven a su país o no podrán salir de él. No es antisemitismo, es creencia en el derecho del pueblo palestino a conservar su territorio soberanamente, sin ocupantes. Feliz café.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Ciudades Palestinas (V) Nablus: resistencia, jabón y Kanafa

Nablus es quizás la ciudad palestina más auténtica. Aunque es una de las más atacadas por Israel, mantiene su esencia y tradiciones palestinas. Con sus más de 130.000 habitantes, es uno de los referentes culturales, económicos y religiosos de Cisjordania. Se sitúa 63 kilómetros al norte de Al Quds, en un enclave estratégico entre los montes Ebal y Gerizim.

La ciudad fue fundada por el emperador Vespasiano en el 72 d.c., bajo el nombre de Flavia Neapolis. Como el resto de ciudades de la zona, ha cambiado de régimen político en incontables ocasiones a lo largo de su historia. Durante los primeros siglos de su existencia, la ciudad fue testigo de luchas fraticidas entre los cristianos y los samaritanos. En el 636 Nablus pasó a formar parte del Califato de Umr Ibn-al-Khattab. En el 1099, los cruzados cristianos tomaron la ciudad, pero Saladino la recuperó para los musulmanes en el 1187. A partir de entonces Nablus estuvo gobernada por los mamelucos, y desde 1517 por el Imperio Otomano.

Los siglos siguientes vieron una serie de revueltas para liberarse del yugo otomano, que terminaron sin cumplir su objetivo. Fueron los egipcios los únicos capaces de arrebatar la ciudad a los turcos, pero tan solo durante una década (1831-41). A lo largo del S.XIX Nablus se convirtió en un floreciente centro económico. En 1922, la ciudad fue incorporada al Mandato británico de Palestina. El Plan de Partición de 1947 incluyó a Nablus en territorio palestino, pero tras la Guerra de 1948 la ciudad quedó en manos jordanas. En 1967, Israel ocupó Nablus. Desde 1995, el control lo ejerce la Autoridad Nacional Palestina, aunque Israel mantiene checkpoints en las entradas y salidas, y realiza frecuentes toques de queda en los que los soldados del Ejército de Israel entran en plena ciudad y realizan controles y detenciones ilegalmente.Lo primero que llama la atención al llegar es el gran número de taxis que circulan alocadamente por las empinadas cuestas de la ciudad y la gran cantidad de mezquitas que se ven por todas partes. Sin embargo, la ciudad es mundialmente conocida por dos cosas, el jabón y la Kanafa.

Nablus produce su propio tipo de jabón, el Nabulsi, totalmente natural, elaborado a base de aceite de oliva, agua y sodio. Los orgíenes de la industria del jabón se remontan al Siglo X. Desde siempre, las mujeres palestinas reservaban una parte de la cosecha del olivar para la elaboración de jabón. No obstante, fue en Nablus donde la costumbre se convirtio en exitoso negocio. El máximo esplendor se alcanzó a lo largo del S.XIX, cuando haber hasta 30 fábricas en la ciudad. Por desgracia, hoy en día el contexto de ocupación hace difícil la actividad económica. Tras los ataques israelís de 2002, que destruyerin varias fábricas, ya solo quedan 2: Touqan Factory y Al-Jamal Factory. El dueño de Touqan afirma que desde que Israel impuso controles militares a la salida de la ciudad, la producción ha bajado a la mitad. La Arafat Factory, que fue destruida por Israel, es ahora un museo del jabón que busca preservar esta herencia palestina, que tiene más de mil años de antigüedad.La Kanafa es un dulce palestino, originario de Nablús y producido por primera vez en el S. XV, que se ha extendido con éxito por toda la geografía del país y que ha dado el salto a otros países árabes y a Israel. La Kanafa está formada por delgados fideos de harina, muy típicos de los dulces árabes, que se echan sobre una base de queso blando. Sobre esta mezcla, se vierte una salsa de almíbar, azúcar y unas gotas de agua de rosas. Algunas Kanafas también llevan pistacho espolvoreado por encima. En verano de 2009, Nablus entró en el libro Guiness de los Records por hacer la Kanafa más grande del mundo, de 75 metros de largo por dos de ancho y 1350 kg de peso.El tercer rasgo caracterítico de Nablus es la resistencia contra Israel. Nablus ha sido una de las ciudades palestinas que más ha sufrido la violencia israelí. En la actualidad es una ciudad devastada, que intenta resurgir de sus cenizas. El desempleo llegó a alcanzar el 60%. Los campos de refugiados de las afueras de Nablus, como Balata y Askar, han visto nacer a un gran número de mártires y guerrilleros palestinos. De hecho, la ciudad fue uno de los focos de la Segunda Intifada, entre 2000 y 2005. En esos años, según los informes de Naciones Unidas, Israel asesinó un total de 522 residentes, en su mayoría civiles, y dejó heridos a otros 3.104.

En esos ataques, Israel destruyó además valiosos restos, algunos de los cuales databan del S.I, cuando se creó la ciudad. Asimismo, bulldozers israelís destruyeron en 2002 la Mezquita de al-Khadra, la Gran Mezquita de Al-Shatoon y una Iglesia Ortodoxa Griega, y los helicópteros Apache echaron abajo el famoso hamam de Al-Shifa -luego reconstruido-, una gran parte del viejo zoco y la mayoría de fábricas de jabón. Como puede verse, los objetivos alcanzados no son aleatorios, sino que trataron de producir el mayor daño a la industria, el comercio y el turismo de la ciudad.

No es por tanto casualidad tampoco, que en las elecciones municipales que se produjeron en 2005, ganase Hamas con un 73,4% de los votos y obtuviese 13 de los 15 concejales de la ciudad. En 2007, Israel secuestró al alcalde de la ciudad y a otros 4 diputados de Hamas, pero tuvo que liberarlos a los 15 meses ya que no se encontraron cargos contra ellos.

A pesar de la violencia y ocupación israelís, Nablus va poco a poco renaciendo, y pronto ocupará de nuevo la vanguardia de la economía palestina. Sólo nuevos ataques israelís impedirán su avance. Cuando los haya, Nablus resistirá luchando, como lo ha hecho siempre. Y hasta entonces, los jabones y la Kanafa seguirán siendo el símbolo de resistencia pacífica y orgullo nacional de Nablus. Feliz café.

P.D: Puede adquirirse jabón de Nablus a través de Internet pinchando aquí.

PD": Aquí puedes ver otros posts de la serie "Ciudades palestinas": Al Quds, Ramallah, Jalil, Gaza.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Los asesinatos de Israel

La muerte de cuatro colonos del asentamiento ilegal de Kiryat Arba, el 31 de agosto, a manos de brigadas de terroristas palestinos ya ha sido vengada por creces usando los mismos métodos que los terroristas. Hay que decir que la policía palestina detuvo a más de 150 personas sospechosas del crimen y que ha hecho todo lo que está en su mano para detener a los culpables. A pesar de esto, Israel ha decidido aplicar la justicia por su cuenta.
El domingo 5 de septiembre, dos civiles palestinos fueron asesinados y otros cinco resultaron heridos por un bombardeo nocturno de aviones israelís. Los fallecidos fueron un chico de 19 años que vivía en el campo de refugiados de Al Bureij y un hombre de 35 años. Dos de los heridos eran trabajadores de los túneles.

El domingo 12 de septiembre por la tarde, al este de Beit Hanun, en la Franja de Gaza, un tanque israelí asesinó a 3 palestinos: un granjero de 92 años, su nieto de 17, y un chaval de 20. La investigación interna realizada por las fuerzas de ocupación israelís ha revelado que no se trataba de terroristas, sino de agricultores palestinos.

El miércoles 15 de septiembre las fuerzas de ocupación israelís asesinaron a un palestino en Gaza y dejaron gravemente heridos a otros tres. El ataque fue lanzado por cazabombarderos F-16 israelís, contra un túnel que une Gaza con Egipto. El palestino asesinado, lejos de tratarse de un terrorista, era un trabajador del túnel de Rafah.

El jueves 16 se septiembre Israel bombardeó de nuevo Gaza, esta vez sin víctimas mortales, aunque con varios heridos.

Y hoy, viernes 17 de septiembre, Israel ha asesinado en Cisjordania a un dirigente del partido político Hamás. Los soldados entraron en su casa e hicieron tres disparos a quemarropa. Al decir que era un miembro de Hamás, la opinión pública parece justificar el asesinato israelí, pero lo cierto es que hay sólo dos situaciones en las que legalmente cabría este crimen: o bien los soldados israelís estaban en peligro, cosa que no se daba, pues fueron a su casa a buscarlo, o bien hay una guerra entre Israel y Palestina, cosa que Israel no ha declarado. En el resto de supuestos, lo que los Estados democráticos hacen es detener a los sospechosos si hay una orden judicial o si van a ponerlo inmediatamente a disposición judicial, someterlo a juicio, y encerrarlo en la cárcel o en su caso aplicar la pena de muerte. Lo que hace Israel es el equivalente a un GAL a gran escala.

Querido lector, desde el 31 de agosto, la muerte de cuatro colonos israelís que ocupan ilegalmente el territorio palestino se ha saldado, hasta el momento, con 7 palestinos muertos y otros 8 heridos, la mayoría civiles. ¿Cree que es correcto afirmar que los palestinos practican el terrorismo contra Israel, pero que Israel no practica el terrorismo contra los palestinos? ¿Merecen distinta etiqueta sólo porque uno de los dos grupos está institucionalizado en un ejército? Feliz café.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Al Araqib, un ejemplo de resistencia pacífica

El lunes pasado, día 13 de septiembre, a las 5 de la mañana, fuerzas especiales de seguridad de Israel demolieron el poblado beduino de Al Araqib por quinta vez en estos últimos dos meses. El poblado, situado en el desierto del Neguev, dentro de las fronteras de Israel, se va poco a poco convirtiendo en un asunto de Estado gracias a la tenacidad y el valor de sus gentes. Por eso, el lunes, los soldados israelís se cercioraron de que los 3 bulldozers destruyeran completamente los cimientos de las casas y así hacer así más difícil la reconstrucción.
Los habitantes de Al Araqib, junto con ciudadanos de poblados cercanos y una docena de activistas israelís e internacionales, estuvieron presentes durante las demoliciones. Sus protestas pacíficas terminaron con el uso de la fuerza de la policía israelí. Tanto los propietarios de las casas como los activistas fueron arrojados fuera del perímetro de viviendas para proceder a la demolición completa.

Los hechos se saldaron con varios beduinos y activistas internacionales detenidos. Por fortuna, no se reportaron heridos físicos, aunque imaginamos que el daño moral causado es inmenso.

Los policías y fuerzas especiales israelís abandonaron la aldea hacia las 6 de la mañana, según informa el AIC, justo cuando los beduinos de Al Araqib comenzaron de nuevo a reconstruir sus casas recientemente destruidas. Los policías advirtieron que tolerarían las bromas de los niños, pero que los adultos que reconstruyesen las casas serían detenidos.

La historia de los beduinos de Al Araqib ha adquirido cierta relevancia pública desde que éstos decidieran enviar una carta a Barack Obama, pidiéndole que mediara en su favor. A pesar de no obtener respuesta, los beduinos de Al Araqib aseguran que seguirán reconstruyendo sus casas, ya que es allí, en el desierto del Neguev, donde han vivido desde mucho antes del establecimiento del Estado de Israel.

En el siguiente vínculo puede verse el vídeo de la tercera demolición del poblado de Al Araqib, que tuvo lugar el día 10 de agosto de este año, aprovechando que el mes del Ramadán comenzaba al día siguiente.

No hay palabras para describir el dolor que estos actos de vandalismo de Estado pueden causar a los ciudadanos beduinos. Hay que recordar que los más de 300 beduinos de Al Araqib son ciudadanos israelís de pleno derecho. De ellos, casi 200 son niños, que ahora quedan en medio del desierto y sin hogar. De nuevo, la comunidad internacional hace oídos sordos a las violaciones de los derechos de las minorías y la limpieza étnica en Israel.

Querido lector, sólo nos queda el boicot y la sensibilización. Seguiremos informado sobre las siguientes demoliciones, que llegarán, ante la indiferencia general. Feliz café.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Los colonos reciben un 22% más de ayudas públicas que el resto de israelís

Hé aquí una prueba de que el colonialismo israelí no se trata de un fenómeno privado que queda exclusivamente en manos de los colonos radicales, sino que el Estado de Israel desarrolla políticas activas de impulso a los asentamientos, mediante ayudas económicas, licencias, protección armada y construcción de accesos.
Según revela el diario israelí Haaretz, los datos del Ministerio del Interior para 2009 ponen de manifiesto que los colonos recibieron ayudas públicas por valor de 265 millones de shekels, es decir, un 10% del presupuesto total del Ministerio para estas ayudas.

Toda colonia israelí, incluso si el nivel económico es mayor que la media de Israel, tiene derecho a recibir una "ayuda compensatoria" del Ministerio del Interior para equilibrar su presupuesto, a pesar de que estas ayudas están pensadas para ayudar a los ayuntamientos más pobres.

Si hacemos los cálculos en términos de cifras per cápita, obtenemos que cada colono recibió una media de 115 shekels por cabeza, mientras que la media para la población que vive en el lado israelí de la Línea Verde recibe sólo 94 shekels anuales, es decir, un 22% menos que los colonos.
Curiosamente, las dos colonias que más dinero recibieron se encuentran en lugares estratégicos de Palestina desde el punto de vista de los intereses israelís. Se tratan de la municipalidad de las "Colinas del sur de Hebrón", con 288 shekels por colono, y de la del "Valle del Jordán", con 275.

En conclusión, Israel colabora activamente con los asentamientos y desempeña un papel decisivo en la expansión de los mismos. El deseo de los colonos, al margen de los ultraortodoxos, de irse a vivir a un asentamiento, no viene del amor al riesgo ni a dejar su país, sino a las cuantiosas ventajas económicas que obtienen quienes allí viven. Por lo tanto, cuando Netanyahu dice que no puede prolongar la moratoria a los asentamientos por presiones internas, lo que en realidad está diciendo es que no quiere frenar el plan de Israel de hacerse con todo el territorio palestino. Feliz café.

martes, 14 de septiembre de 2010

Israelís que dan motivos para la esperanza

A los compañeros Meir Margalit, Carlos Braverman y Eytan Bronstein, por su lucha desde donde más difícil es, por la justicia, la memoria y la paz.

A pesar de que las últimas citas electorales muestran una preocupante identificación de la población israelí con los extremistas (En 2009: Netanyahu, 21%; Liebermann 11,7%; Shas 8,49%; United Torah Judaism 4,39%; The National Union 3,34%), no podemos dejar de reconocer el esfuerzo de quienes en medio de la locura y el radicalismo sionista, luchan para cambiar las cosas.

Este es el caso de partidos políticos como la Lista Árabe Unida-Ta'al, con 4 diputados en la Knesset (de un total de 120), que representa los intereses de los árabes que viven en Israel y aboga por la creación de un Estado Palestino con capital en Jerusalén Este. Este partido arrasó en las pasadas elecciones de 2009 entre las comunidades beduinas.

Con 4 escaños también encontramos a la coalición Hadash, que es un frente unido de socialistas y comunistas israelís y árabes, defensor de desmantelar los asentamientos, reconocer el derecho de retorno a los refugiados palestinos y volver a las fronteras previas a 1967. La defensa del medio ambiente y de los derechos de los trabajadores son otros de los puntos principales de su programa político.

Y tampoco podemos olvidar al partido socialista Meretz, gran defensor de los derechos de las minorías étnicas y sexuales, de la libertad religiosa, los derechos humanos y el medio ambiente. En 2009 obtuvieron 3 escaños. Abogan por el desmantelamiento de los asentamientos y la paz con los palestinos, en una solución de dos Estados. En municipalidades como la de Jerusalén desarrollan un gran trabajo en la defensa de los habitantes palestinos.

El cuarto partido político con representación en la Knesset, que defiende a los árabes que viven en Israel y la solución de dos Estados, es Balad, que en 2009 logró 3 escaños. Este resultado no es nada desdeñable, teniendo en cuenta que el Comité Electoral Central ilegalizó el partido, y sólo unos días antes de las elecciones la Corte Suprema revocó la ilegalización.

Paralelamente a los partidos políticos, hay en Israel toda una serie de organizaciones no gubernamentales, sin cuya labor la vida de los palestinos de dentro y fuera de Israel sería aún peor. Gracias a estos hombres y mujeres que se niegan a aceptar el statu quo, que a pesar de ser judíos rechazan las políticas de su Estado, en el resto del mundo tenemos información sobre algunas de las cosas que pasan en Israel, que de otra manera no podríamos obtener.

Entre las ONG´s israelís hay que empezar destacando a Peace Now, nacida en 1978 tras el colapso de las negociaciones de paz entre Egipto e Israel, se ha convertido en un referente en Israel, y sus informes sobre asentamientos realizados a través de su "Settlement Watch Team", y que tienen enorme relevancia en la opinión pública. Además de en Israel, tienen presencia en el extranjero gracias a sucursales de "Amigos de Peace Now" que activistas occidentales han ido abriendo en sus países. En España aún no ha sido creada, pero sí en Argentina, Bélgica, Brasil, Canadá, Francia y Reino Unido.

Otra de las ONG´s que merecen ser reseñadas es Zochrot, integrada por un grupo de ciudadanos israelís que buscan dar a conocer entre la población israelí la historia de la Naqba, es decir, la masacre de palestinos en 1948 que dio lugar a la fundación del Estado de Israel. Entre sus actividades destacan la recuperación de lugares, como el Canadá Park, donde había pueblos palestinos y que ahora han sido borrados del mapa por Israel. Así mismo, Zochrot da cursos a profesores y estudiantes para que aprendan sobre la Naqba. El último curso que organizaron fue prohibido por el Ministerio de Educación israelí, lo que supone una prueba irrefutable de la gran labor que hacen.

El Comité Israelí contra la Demolición de Casas (ICAHD), fundado en 1997, se encarga de que las casas palestinas no sean derribadas por los bulldozers. En cuanto se enteran de una
orden de demolición, se desplazan inmediatamente a la zona y se ponen entre el bulldozer y la familia palestina para intentar evitar el desastre. En estos 13 años, según sus cálculos, ya se han producido 24.000 demoliciones. Y ni siquiera hacen falta estas estadísticas. Basta con pasar por su sede en Jerusalén, para ver cómo no deja de sonar el teléfono ni un solo segundo, por todas las llamadas de próximas demoliciones que reciben. Además, el ICAHD también hace tours turísticos alternativos por Al Quds, enseñando las brutalidades que hacen a diario los colonos, y ofrecen asistencia jurídica a los palestinos cuyas casas se ven amenazadas. La ONG española Asamblea de Cooperación por la Paz contribuye a financiar todos estos proyectos.
En el ámbito de la información, destaca el Alternative Information Centre (AIC), una ONG con base en Palestina e Israel nacida en 1984. Como el resto de ONGS, aboga por volver a las fronteras previas a 1967, reconoce el derecho de retorno de los refugiados palestinos y es
contraria a los asentamientos. Conscientes de la importancia que tiene en el S. XXI la información, su objetivo es dar otro punto de vista -de momento en hebreo, inglés y castellano- sobre la ocupación israelí, para que los ciudadanos puedan formarse una opinión contrastada de lo que está sucediendo. En este mismo ámbito de la información también encontramos a B'Tselem, que informan sobre las violaciones de derechos humanos que se producen en Palestina.

La ONG Combatants for Peace también es binacional, y está integrada por antiguos soldados israelís y palestinos, que han decidido dejar las armas y dedicarse a combatir a través de la palabra en favor de la paz entre ambos pueblos. Desde su creación, en el año 2005, organizan encuentros entre ex-combatientes de ambos países para trabajar hacia la reconciliación entre israelís y palestinos.

Muchas de estas organizaciones israelís se agrupan en el "Palestinian-Israel Peace Forum", con el objetivo de dar más fuerza a su voz e interactuar con las ONG´s palestinas.

Para llegar al fin de la ocupación en una situación de desequilibrio de poderes, hay tres vías: (1) imposición externa, (2) victoria armada del ocupado o (3) cambio de postura del ocupante. La primera es poco probable, y sólo a través del intenso boicot y la sensibilización llegaremos a ella. La segunda no es deseable, pues implica violencia, y además el ocupado en este caso lleva todas las de perder. Por lo tanto, además de apostar por la primera, nos queda promocionar la tercera, es decir, lograr un cambio político y social en Israel. Ambas van en cierto modo ligadas, pues la presión internacional contribuirá al cambio y la mayor relevancia de estas organizaciones y partidos políticos hará más fácil el rechazo internacional a la ocupación. Por tanto, este entramado social y político aquí presentado, debe ser oído, y de nosotros depende el hacer que sus voces lleguen más lejos. Feliz café.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Israel construirá 2066 nuevas viviendas en asentamientos

La prueba irrefutable de que Israel no quiere bajo ningún concepto alcanzar la paz, es que tiene 2066 viviendas listas para ser construidas en el momento en que se termine el plazo de congelación de asentamientos, el próximo 26 de septiembre. Si se llegase a un acuerdo, Israel tendría que desmantelar muchos asentamientos, por lo que es absurdo, si pensasen en llegar a la paz, seguir construyendo algo que dentro de un año habría que quitar.
Estos datos están sacados del informe elaborado por la ONG israelí "Paz ahora", que ha demostrado que 2066 viviendas están listas para empezar a construirse en unos días, en 42 asentamientos diferentes. Estos proyectos ya han recibido la aprobación y la licencia del gobierno y tienen puestos los primeros pilares. En cualquier caso, numerosos colonos han incumplido la moratoria y han estado construyendo ilegalmente durante esos meses de congelación. Hay que recordar, por otra parte, que la congelación no se ha aplicado a Al Quds, donde Israel ha seguido construyendo todo este tiempo.

Además, el informe presentado este domingo por "Paz Ahora" alerta de que otras 11.000 viviendas se podrían levantar en los próximos meses.

Como es lógico, Mahmud Abbas ha dicho que si se siguen construyendo asentamientos, se levantará de la mesa de negociaciones. Quizás Netanyahu ofrezca una moratoria parcial antes del 26 de septiembre. El mundo aplaudirá su buena voluntad, aunque lo que habría que hacer es condenar enérgicamente la ilegalidad de la construcción de asentamientos, por pocos que sean.
¿Se imaginan a los empresarios de las nucleares negociando con el Gobierno el fin de la energía nuclear, a la par que construyen nuevas centrales? No. A nadie en su sano juicio se le ocurriría construir una casa en un lugar que piensa que no va a conservar tras el proceso de paz. El problema no es que los israelís no tienen juicio. El problema es que no quieren la paz. Ésta sólo llegará por presión internacional. Ha de ser impuesta a Israel, no negociada. Primero cumplamos las resooluciones de Naciones Unidas, y luego ya negociemos. Y hasta entonces, a los ciudadanos sólo nos queda la movilización, el boicot y la presión a los gobernantes. Feliz café.

domingo, 12 de septiembre de 2010

El origen de Hizbullah

Hizbullah, el partido politico islamista y grupo armado libanés, se ganó el reconocimiento y respeto mundial en el verano de 2006, al lograr, por primera vez en mucho tiempo, derrotar al ejército de Israel. Pertenece a la rama chíi del Islam y se considera que es activamente ayudado por Irán, como lo es su organización hermana, Amal, por Siria. Hizbullah utiliza las armas contra objetivos militares y sus acciones armadas son casi siempre respuesta a la ocupación israelí. En Líbano, la organización es apoyada no sólo por los chíes, sino que cristianos (80%) y sunnís (90%) también declaran estar del lado de Hizbullah en su lucha contra Israel. Recientemente el Parlamento libanés aprobó en pleno una moción resaltando el legítimo derecho de Hizbullah a garantizar la integridad territorial del país.

Además, Hizbullah desarrolla una encomiable labor social en Líbano, regentando hospitales o dando ayudas a los más necesitados allí donde gobierna. Es por esto, que aunque haya países, como USA o Israel, que cataloguen a Hizbullah como "organización terrorista", la mayoría de Estados lo considera un movimiento legítimo de resistencia. Si bien el Parlamento Europeo trató de unirse a la postura de USA e Israel en marzo de 2005, la Unión Europea no ha incluido a Hizbullah entre las organizaciones terroristas.

Lo más interesante de la historia de Hizbullah resulta ver las causas de su creación. En un momento en que los grupos armados proliferaban, como el caso de Septiembre Negro o las guerrillas latinoamericanas -Sendero Luminoso, los sandinistas...-, no se dieron las condiciones para la creación de Hizbullah hasta 1982, a partir de cuando Israel ocupa el Sur de Líbano. Aunque es cierto que aquellos jóvenes libaneses deseaban ya desde antes imitar el modelo de la Revolución Iraní, es muy posible que sin la ocupación israelí no se hubiesen dado las condiciones necesarias para su florecimiento.
Lejos de tratarse de una teoría conspiranoica, esta hipótesis fue públicamente admitida por Ehud Barak, ex primer ministro israelí y actual Ministro de Defensa, en una entrevista de julio de 2006 a Newsweek: "Cuando entramos en Líbano, no había Hizbullah. Éramos recibidos con arroz y flores por los chíies en el sur de Líbano. Fue nuestra presencia lo que creó Hizbullah." También Isaac Rabin, en 1987, declaraba que "Israel había sacado al genio de la lámpara."

No sólo la opinión de los políticos israelís corrobora esta tesis, sino también las cifras. Durante los años de ocupación israelí de Líbano (1982-2000), Hizbullah mató a una media de 25 soldados israelís al año. Después de esto, entre 2000 y 2006, la media bajó a 2,5 muertes al año, todas ellas en las zonas que aún quedaban ocupadas por Israel -Línea Azul y Granjas de Shebaa-. (1) Este planteamiento queda resumido en el cartel de unos manifestantes libaneses, cuando las tropas israelís abandonaban el Sur de Líbano, que decía: "Si volveis, volveremos."

También hay que destacar que, en lo que se refiere a daños inflingidos a civiles y uso del terror como arma política, Israel aventaja enormemente a Hizbullah. Entre 1982 y 2000, por cada civil israelí muerto, Israel asesinó 30 libaneses, superando en total las 500 víctimas civiles en el Sur de Líbano. Y en 2006, durante el bombardeo israelí de Líbano, murieron otros 1191 libaneses, la inmensa mayoría civiles, por solo 43 israelís.

Todas las muertes, sean de musulmanes, cristianos, judíos o laicos son igual de condenables. Lo que no es comprensible es la postura desigual de la comunidad internacional ante hechos similares: por ejemplo, USA declara "terrorista" a Hizbullah, defensor invadido, y se convierte en el máximo donante de Israel, atacante invasor.

Paralelamente a esta labor de defensa del territorio contra las invasiones israelís, Hizbullah desarrolla una enorme labor social en los municipios en los que gobierna. De hecho, la villa de Ghubariyi, situada a las afueras de Beirut y regida por Hizbullah, es puesta por la ONU como ejemplo de suburbio en el que se ha logrado el acceso a la vivienda para las personas de bajos ingresos, sin importar la religión que profesen.

La organización está magistralmente dirigida por su carismático líder, Hassan Nasrallah, a quien Israel le mató un hijo de 18 años. Nasrallah fue criado en un barrio de chabolas al este Beirut, y abandonó de joven su país para estudiar en una escuela religiosa en Iraq. Fue expulsado por Sadam Hussein, y continuó sus estudios de jurisprudencia islámica en Irán, donde conoció a Jomeini y al padre del líder iraquí Muqtada Al-Sadr. Es Secretario General de Hizbullah desde 1992, cuando tenía 32 años.
En definitiva, Hizbullah no es un grupo armado de radicales islamistas que quieren destruir Occidente ni suponen una amenaza seria para la supervivencia del Estado de Israel, por mucho que en algunos discursos, ciertos extremistas llamen a la destrucción de Israel. Además, los líderes de Hizbullah hacen la distinción entre sionistas y semitas. Desprecian el sionismo, pero no tienen nada en contra, a priori, de los judíos. Otro de los elementos de moderación es que han renunciado a la islamización de Líbano, y se contentan con ser un actor político más, utilizando la democracia para llevar a la práctica sus postulados.

No hay duda de que lo deseable es que nadie tenga que recurrir a la violencia para hacer valer sus opiniones, y ello no va a ocurrir hasta que Israel no deje de meterse en los asuntos de Líbano. En los últimos 28 años, Israel ha ocupado el Sur de Líbano durante 18 años y lo acaba de bombardear de nuevo hace tan solo 4 años. De seguir así, el odio a Israel se irá enraizando en la población libanesa y será cada vez más difícil salir de esa dinámica, pues todo el mundo tendrá un familiar, conocido o amigo asesinado por Israel. Por el contrario, en el momento en que Israel se retire de las granjas de Shebaa y del Golán, deje de ser la amenaza más seria para la seguridad de Líbano y de participar en asesinatos de primeros ministros libaneses, será más fácil que Hizbullah abandone sus postulados más radicales y se dedique a lo que mejor sabe hacer: los servicios sociales. Feliz café.

(1) "Hezbollah", Augustus Richard Norton

viernes, 10 de septiembre de 2010

Ciudades Palestinas (IV): Gaza, la urbe más poblada

Gaza es, con diferencia, la ciudad más poblada de Palestina. Su número de habitantes ha experimentado un crecimiento sin precedentes, pasando de 100.000 en 1982 a 449.000 en 2009. Gaza es la principal cidudad de la Franja homónima y se encuentra 78 kilómetros al suroeste de Al Quds y 30 kilómetros al norte de Rafah. Es uno de los lugares con mayor densidad de población del mundo y con un índice de paro entre el 40 y el 50%.

La ciudad ha sido objeto de disputas a lo largo de la historia, habida cuenta de su situación estratégica entre Asia y África, sus conexiones marítimas y la fertilidad de sus terrenos. Las primeras referencias se remontan a la época del faraón Tutmosis III, en el siglo XV a.c. En el S. XII a.c se asentaron en Gaza los mercenarios filisteos que habían luchado para el ejército de Egipto. Gaza es además, el lugar en el que la leyenda bíblica sitúa la captura de Sansón por los filisteos. A lo largo de aquellos siglos, la ciudad pasó un periodo de constantes luchas y conquistas, por diferentes pueblos como los israelitas, asirios, y de nuevo, los egipcios.

Gaza gozó de una enorme prosperidad con el Imperio Persa. Luego, la ciudad fue atacada por Alejandro Magno, y tras 5 meses de asedio, fue tomada en el 332 a.c., siendo la que más se le resistió en su avanzada hacia Egipto. Alejandro Magno repobló la ciudad con beduinos y organizó la ciudad según la cultura griega. Pronto, Gaza se convirtió en un floreciente centro cultural helénico. Tras sufrir nuevos asedios, Gaza fue conquistada por Pompeyo, pasó al Imperio Romano y fue gobernada por Herodes el Grande. Durante esta época, Gaza era gobernada por un Senado de 500 integrantes, en el que había gentes de diversos pueblos, como filisteos, griegos, romanos, judíos, fenicios, egipcios, persas y beduinos. Su estadio, inaugurado por el emperador Adriano, adquirió una enorme fama.

Poco a poco, Gaza se fue cristianizando. En este proceso, fue decisiva la actuación de San Porfirio, quien en el año 402 de nuestra era ordenó la destrucción de todos los templos paganos, lo cual suponemos que fue el motivo de su posterior canonización. Con el declive del Imperio Romano, Gaza pasó a pertenecer al Imperio Bizantino, convirtiéndose en un importante centro del sur de Palestina. En el S. VII Gaza fue tomada por el Califato Rasidún y se fue islamizando. Las iglesias se convirtieron en Mezquitas y el árabe devino la lengua oficial. En el S. VIII la ciudad fue completamente destruida y en el S.XI reconstruida por el califato Abásida. Los cruzados cristianos conquistaron Gaza en el S. XII, luego Saladino la retomó y más tarde volvió a los cristianos. Esta etapa se cerró con la llegada de los mongoles, que destruyeron completamente la ciudad una vez más.

Desde entonces, los mamelucos comenzaron a gobernar la zona, hasta que el 1516 Gaza fue incorporada al Imperio Otomano. Fue una época de enorme desarrollo, en la que proliferaron las mezquitas, los baños turcos y los mercados. Gaza fue brevemente ocupada por los ejércitos napoleónicos en 1796 y luego conquistada por el Egipto de Muhamad Ali, hasta que los turcos volvieron a recuperar la ciudad en 1840.

Como sucede con el resto de ciudades palestinas, en 1917 Gaza pasó a formar parte del Mandato Británico en Palestina. Tras la Segunda Guerra Mundial y la guerra árabe-israelí de 1948, Egipto pasó a ocupar la Franja de Gaza. En 1967 las fuerzas de ocupación israelí se hicieron con la ciudad y permanecieron allí ilegalmente hasta 1994. En diciembre de 2008, Israel bombardeó Gaza y asesinó a un total de 1400 personas, usando armas internacionalmente prohibidas como el fósforo blanco.
En la actualidad, Gaza sufre el bloqueo económico ilegal de Israel y su economía apenas puede desarrollarse, por las restricciones a la importación y exportación. La población vive en una situación de extrema necesidad, sin poder reconstruir sus casas, curar a sus enfermos o educar a sus hijos. Apenas les queda la playa, pero sin adentrarse excesivamente en el agua, ya que correrían el riesgo de ser disparados por el ejército de Israel. Gran cantidad edificios públicos o de servicios, como el aeropuerto o varios hospitales, fueron destruidos durante los últimos bombardeos, lo que contribuye a la crisis humanitaria sin precedentes que vive la ciudad. Más de la mitad de la población de Gaza no tiene acceso al agua corriente de forma regular, tras la destrucción israelí del sistema de tuberías.

El bloqueo israelí ha traído consecuencias verdaderamente catastróficas para la economía de Gaza. El 80% de los gazís dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir y el 95% de la actividad industrial de la ciudad tuvo que ser detenida porque Israel impide a los palestino exportar sus bienes. Si en 2005 había 3.900 fábricas o industrias que daban empleo a 35.000 personas, los últimos datos indican que quedan tan solo 195, y dan trabajo a 1700 asalariados. Por no hablar del sector del turismo, que está devastado por las restricciones israelís a la entrada de personas en Gaza.

Es en este contexto en el que Hamas ha sido capaz de imponer sus tesis radicales sobre el Islam y el terrorismo y se ha hecho con el dominio de facto de toda la franja. El fin del bloqueo supondría también un impulso para las tesis moderadas y pacíficas, que son las que comparten la inmensa mayoría de palestinos. La cuestión es: ¿le interesa a Israel que los palestinos se moderen o le favorece más el triufo del radicalismo? Feliz café.

martes, 7 de septiembre de 2010

La educación del odio

Uno de los motivos que hace mirar con escepticismo el proceso de paz es el odio enraizado que existe entre la población palestina e israelí hacia el otro. Esa desconfianza mutua, esa presunción de que van a ser traicionados por el otro, resta credibilidad a los negociadores y propaga la desesperanza entre la población.

Casi todos los niños palestinos detestan a esos señores vestidos de verde olivo que les impiden a diario acudir a sus colegios con normalidad y que vigilan los muros que les privan de divisar el horizonte. Por no hablar de esas gentes de negro y con gorrito -los colonos- que les vilipendian e insultan cuando van por la calle. Tampoco aquellos cuyos hermanos mayores o padres están en cárceles ilegales o han sido asesinados por el ejército israelí estarán en condiciones de sentir aprecio por los vecinos que ocupan su tierra. ¿Quién no les despreciaría?

En el caso israelí, podría pensarse que el odio infantil hacia los palestinos se da solamente entre los hijos de colonos radicales o entre los hijos de víctimas de atentados suicidas, que son quienes tienen contacto diario con los palestinos. Nada más lejos de la realidad. El odio a los palestinos es impulsado a diario desde los Ministerios del país, en especial el de Educación. Muchos libros de historia en Israel sostienen que antes de la llegada de los judíos a Israel, a finales del S.XIX y principios del XX, vivían en la zona "pueblos nómadas y primitivos que se refugiaban en cuevas". Además, el Gobierno israelí prohíbe a los profesores hablar del genocidio palestino de 1948, la Naqba. Los libros de texto árabes son revisados y cambiados en aquello que ponga en peligro el judaísmo del Estado.
Por eso, no sorprende la encuesta hecha en Israel dentro del marco de conferencias "La educación en la era digital", realizada a niños y niñas israelís de entre 15 y 18 años. Ante la pregunta de si creen que los niños palestinos tienen los mismo derechos que los judíos en Israel, el 64% contestó que cree que no. Y más grave aún, el 59% de éstos, cree que los palestinos no deben tener los mismos derechos plenos que los judíos. El 96% de los niños cree que Israel debe ser un Estado judío y democrático, y el 41% considera que debe retirarse la ciudadanía a aquéllos que no sean judíos. Por su parte, el 27% cree que aquellos que no crean que Israel debe ser un estado judío, han de ser llevados a los tribunales.

Y un dato más curioso: a la pregunta de si compartirían clase con un gay, el 23% dice que no. Cuando se trata de que haya en clase discapacitados, el porcentaje de rechazo sube al 32%. Pero más importante aún, al preguntarles si compartirían clase con un árabe, el 50% de los estudiantes judíos dicen que no. Si a esto le unimos que el 83% de los encuestados se mostró deseoso de ingresar en las filas del ejército israelí, obtenemos que muy probablemente no les temblará el pulso cuando se trate de disparar contra la población palestina potencialmente peligrosa.

Con unos futuros ciudadanos que son educados en el odio hacia el otro, difícilmente podrá lograrse la convivencia pacífica entre los dos pueblos. Pero no seamos equidistantes, pues la responsabilidad de ese odio es mayoritariamente israelí. Un desmantelamiento de asentamientos, muro ilegal y checkpoints, permitiría a los niños palestinos cambiar su visión sobre los israelís. Y un cambio en la política educativa israelí, contando lo que de verdad pasó en esa tierra, daría un buen impulso hacia la paz entre ambos pueblos. Feliz café.

lunes, 6 de septiembre de 2010

Israel deporta 400 niños inmigrantes

El Gobierno de Netanyahu ha decidido expulsar del país a más de 400 niños, hijos de inmigrantes, que habían nacido en Israel. En su mayoría son filipinos o africanos, cuyos padres trabajaban en Israel durante varios años y que habían tenido hijos allí. Al expirar su permiso de trabajo, deben volver a su país de origen, y junto a ellos sus hijos.
Hay que decir, que estos 400 niños y niñas, hablan hebreo, van a la escuela con total normalidad y han vivido siempre en Israel. Son todos menores de 5 años, y la mayoría nunca ha salido de Israel ni conoce otro idioma que el hebreo. Sus padres vinieron a Israel cuando se dejó de contratar a trabajadores palestinos y hacía falta mano de obra barata. Ahora, ya no tienen trabajo y por eso han de irse, junto con sus familias.

Ha habido muchas personas en Israel que han mostrado su rechazo con esta política de tintes racistas, entre las que se encuentran la propia mujer de Netanyahu y la mujer de Olmert, así como la asociación de supervivientes del Holocausto. Incluso el Presidente del país, Simón Peres, se ha opuesto a esta medida de dudosa legalidad internacioanl. Sin embargo, también son muchas las voces a favor de la expulsión de los 400 niños. Por ejemplo, Yishai, miembro del partido Shas, declaró que: "estos inmigrantes han venido a Israel de forma ilegal y tuvieron hijos ilegales".

Lo cierto es que esta decisión del Gobierno Israelí no es casual ni arbitraria, sino que se enmarca dentro de un proceso integral de judeización del país. En palabras del propio Netanyahu, la razón de la expulsión es "garantizar el carácter judío del Estado de Israel". Recordemos que la polémica Ley del Retorno, permite a todos los ciudadanos judíos del mundo obtener automáticamente la nacionalidad israelí, aunque no tengan ninguna vinculación con el territorio israelí, con el objetivo de que la población judía sea mayoría en Israel. Por el contrario, quien vive y trabaja en Israel, o incluso quien nace en Israel, no tiene derecho a quedarse, salvo que se convierta al judaísmo.

No podemos olvidar que los árabes que residen en Israel tienen una tasa de natalidad mucho mayor a la de los judíos y que en unas décadas Israel dejará de tener una mayoría judía, sin no intervienen otros factores. En el último estudio demográfico realizado esta semana en Israel, se ve que mientras la población judía crece a un ritmo del 1,7% anual -incluyendo los inmigrantes de Rusia o USA que aún siguen llegando-, los musulmanes en Israel crecen al 2,8%.

Junto a este tipo de deportaciones, el Estado de Israel lleva a cabo una campaña de fomento de la natalidad entre los judíos, otorgando buenas condiciones a los padres judíos, y promocionando que se establezcan en asentamientos en condiciones muy favorables, tal como puede verse en este cartel publicitario en Malleh Adumin, asentamiento cercano a Jerusalén.
Querido lector, ya lo sabe: si va usted a vivir a Irán, conviértase al Islam o no vivirá tranquilo. Pero si va a Israel, ya puede comenzar a adoptar las tesis del judaísmo para poder ser un ciudadano de primera. Feliz café.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Ciudades Palestinas (III): Al Jalil, el motor económico

Al Jalil en árabe, Hebrón en hebreo, es la ciudad más poblada de Cisjordania y el principal centro económico del país. La ciudad está situada 35 kilómetros al sur de Al Quds y cuenta con un total de 163.146 habitantes, a los que se suman 500 colonos israelís ilegales. En ella descubrirá la fabulosa Mezquita de Ibrahim y la Tumba de los Patriarcas, se cruzará con los comerciantes chinos que ya han llegado a hacer negocio a la ciudad y verá con sus propios ojos a los colonos más violentos de Israel.
Al Jalil es una de las ciudades más antiguas del mundo. Al parecer, ya en el cuarto milenio antes de cristo estaba habitada. Según la Biblia, en Al Jalil fue el lugar donde Abraham enterró a Sara, y luego él mismo y sus descendientes fueron enterrados allí, en lo que hoy en día es la Tumba de los Patriarcas. La ciudad perteneció a los hititas y a los cananitas. Herodes el Grande construyó el muro que todavía hoy rodea la Tumba. Al Jalil fue tomada por los romanos y luego fue parte del Imperio Bizantino. En el S.VII la ciudad pasó a los árabes y fue gobernada por el Califato de Rasidún, que en el 638 convirtió la tumba de Abraham y la Iglesia Bizantina en la actual mezquita.

En el 1099 los cruzados cristianos conquistaron la ciudad, liderados por Godfrey de Bouillon. Sin embargo, en el 1187, Saladino recuperó Al Jalil para el Imperio Otomano. Ricardo Corazón de León volvió a tomar la ciudad, para perderla al poco tiempo. En 1260 pasó a los mamelucos, que levantaron minaretes en la Mezquita de Abraham. A éstos les sucedió el Imperio Otomano, que tuvo Al-Jalil en sus dominios hasta la Primera Guerra Mundial. Luego, como el resto de ciudades palestinas, estuvo bajo control del Mandato Británico, en un periodo de tensión extrema entre judíos y palestinos. Se calcula que murieron en torno a 300 judíos y otros tantos palestinos en aquellos años. En 1948, Al Jalil pasó a Jordania, tras un breve periodo en manos egipcias.

Desde entonces, la historia de Al Jalil está dominada por los intentos israelís de hacerse con la ciudad, considerada sagrada por las tres religiones monoteístas principales. Fue célebre el caso de unos colonos judíos, liderados por el rabino Moshe Levinger, que en 1968 se hospedaron en el hotel principal de Al Jalil, el Hebrón Park, y al más puro estilo okupa, se negaron a abandonarlo. Tras más de un año y medio de tensiones, el gobierno israelí les permitió asentarse ilegalmente en la cercana base militar de Kiryat Arba. En 1979, la mujer de Levinger, junto con otros 40 mujeres y niños, ocupó ilegalmente el hospital de Hadassah, en el centro de Al Jalil, y fundó el "Comité Judío de la ciudad de Hebrón". Los palestinos recurrieron la ocupación a la Corte Suprema Israelí, sin suerte. Y cómo no, en la historia de Al Jalil hay que hacer un hueco al terrorista Baruch Goldstein, un colono que en 1994 asesinó friamente a 29 palestinos mientras rezaban en la mezquita de Abraham y que es considerado como el ejemplo a seguir por los colonos de Al Jalil.

Al Jalil es sin duda el núcleo económico del Estado Palestino. Se calcula que supone en torno al 33% del PIB total de Cisjordania. Destacan las industrias del jabón, el cristal y el mármol. También es importante la agricultura, en especial los higos y las uvas. En los últimos años, llama la atención la llegada de la inversión china a la ciudad, que contribuye decisivamente al desarrollo de la economía palestina.

No puede decirse que Al Jalil sea una ciudad ideal para visitar. Si bien es cierto que la Mezquita de Ibrahim es uno de los monumentos más importantes del mundo, por su historia religiosa, la estancia en Al Jalil es arriesgada. Los colonos israelís consideran a cualquier occidental como amigo de los palestinos, y es frecuente ser insultado o agredido por ellos. Se calcula que por cada colono, hay 5 soldados israelís protegiéndoles. Además, no hay que olvidar que hay otros 7.200 colonos en el cercano asentamiento ilegal de Kiryat Arba.

La ciudad de Al-Jalil está dividida en dos zonas: la H1, bajo competencia legislativa y control militar palestino, en la que viven un total de 120.000 palestinos, y la H2, en la que viven más de 30.000 palestinos, pero también los 500 colonos ilegales. Aunque la H2 también pertenece a Palestina, se acordó que el control militar quedase en manos israelís, para proteger supuestamente a los colonos. Además de abarcar las mejores zonas de la ciudad, Israel trata por todos los medios de ir expulsando a los palestinos de la H2. De momento están teniendo éxito. La población palestina de la H2 ha disminuido, y cualquiera que pasee por la zona, puede ver las tiendas palestinas cerradas -en total, más de 1000 ya han cerrado-. Los toques de queda para palestinos, los 16 checkpoints en medio de la ciudad y el acoso constante de los colonos, que arrojan a los palestinos cubos de pis, piedras o botellas de cristal, han hecho que miles de palestinos hayan tenido que dejar su hogar. Se trata de una situación extrema, de verdadero Apartheid a la población palestina. Por ejemplo, en la foto puede verse a un colono arrojando vino a una mujer palestina:

Y aquí vemos a una israelí y su hijo tratando de pegar una patada y quitar el velo a una mujer palestina de Al Jalil, sin que los soldados israelís hagan nada por evitarlo.
Y en esta foto vemos un colono lanzando huevos a una tienda palestina, junto a sus sonrientes hijos y hasta un compañero que graba sus valientes hazañas:
Y por último, aquí le muestro una pintada de los colonos israelís de Al Jalil, en la que está escrito, en inglés: "Árabes a la cámara de gas":

Sobran las palabras. Feliz café.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Ciudades Palestinas (II): Ramallah, el centro administrativo

Ramallah es quizás la ciudad más conocida de Palestina, ya que es allí donde suelen residir los dilpomáticos, periodistas y cooperantes que se desplazan a Palestina. Ramallah está situada en Cisjordania, en un enclave lleno de pequeñas colinas, a 15 kilómetros al noreste de Al Quds. En su origen fue una ciudad cristiana, pero hoy día la mayoría de la población es musulmana. Sin embargo, aún persiste una importante colonia cristiana (25% de la población) que convive sin problemas con los musulmanes. Junto a Ramallah, se sitúa, sin que cesen las edificaciones, al Bireh, la ciudad universitaria.

La historia de Ramallah es relativamente corta, sobre todo si se compara con la de Al Quds. La ciudad fue fundada en el S. XVI por los Haddadin, procedentes del río Jordán. Durante los siglos XVII y XVIII Ramallah se desarrolló como una ciudad predominantemente agrícola y cristiana. Así llegamos a 1908, cuando se le concedió el título de ciudad. En 1917 los británicos ocuparon Ramallah, que estuvo en su poder hasta 1948, cuando pasó a manos jordanas. Dadas las penurias económicas, los cristianos abandonaron la ciudad y fueron a buscar suerte a Estados Unidos. Por su parte, árabes provenientes sobre todo de Khalil -Hebrón- se instalaron en la ciudad.

En 1967 Ramallah fue ocupada por Israel tras la Guerra de los Seis Días. En la actualidad es de los pocos lugares en Palestina que no siguen ocupados. Tras los acuerdos de Oslo, Ramallah quedó dentro de la llamada zona A, donde las competencias legislativas y militares son exclusivamente palestinas -siempre en teoría-.

La vida de Ramallah gira en torno a la plaza de Al-Manara. Es una rotonda, con una fuente con leones en el medio, de la que parten las principales arterias de la ciudad. Restaurantes, pastelerías y hasta tiendas de zumos artesanos pueblan la plaza. Decenas de personas esperan allí a alguien o simplemente se sientan y ven pasar a la gente. No importa la hora que sea, siempre habrá gente: el repartidor de pan se junta por la mañana con los últimos diplomáticos juergistas, y de nuevo otro giro, y vuelta a empezar un nuevo día. No importa el día de la semana o del mes. Por no hablar de las multitudes que se juntan durante los festejos que se producen tras los partidos de fútbol. Sólo los bombardeos israelís son capaces de parar la vida de Al-Manara.
El visitante no puede perderse la Muqataa, el complejo arquitectónico de la antigua prisión británica, que se ha convertido en el símbolo del nacionalismo palestino y en el que está enterrado nada menos que Yasir Arafat. En la Muqataa está provisionalmente la sede de la Autoridad Nacional Palestina, a la espera de que Israel permita el traslado a Al Quds. En 2002 la Muqataa fue casi enteramente destruida por Israel, pero en la actualidad a vuelto a renacer.
Si uno se cansa de la comida árabe y la constante tensión de la zona, Ramallah es capaz de hacer olvidar al occidental que se encuentra fuera de casa. Después de viajar por Cisjordania y soportar los tediosos checkpoints o las preguntas desafiantes de los soldados israelís, en Ramallah uno puede sumergirse, por ejemplo, en el idílico Snowbar, donde puede disfrutar de una pizza o una hamburguesa al lado de otros europeos o americanos pegados a sus portátiles, en un ambiente de relativa tranquilidad. Cuando se pasa algún tiempo en Oriente Próximo, uno necesita ciertos momentos de evasión para recargar energías.

En definitiva, en Ramallah, el forastero no siente estar en un país musulmán. Es frecuente que se sirva alcohol en los bares y se ven muchas mujeres sin velo -aunque claro, sobre todo occidentales-. Es una ciudad tolerante con lo extranjero. Además, en los últimos años Ramallah ha experimentado un importante boom inmobiliario, por la emigración de palestinos de los alrededores, atraídos por la escasez de bombardeos israelís y la posibilidad de encontrar empleo.

Sin embargo, no todo es paz en Ramallah. En los últimos años, ha habido una gran proliferación de asentamientos ilegales alrededor de Ramallah, sobre todo en el camino que va hacia Al Quds, lo que dificulta la expansión de la ciudad. Es frecuente ver las provocaciones de los colonos a la población palestina. Si sigue el avance de los asentamientos en Cisjordania, otras ciudades palestinas desaparecerán antes que Ramallah. Es más, quizás Ramallah sea la última. Pero eso sí, cuando los colonos israelís lleguen a la Muqataa, argumentando que les pertenece por agún derecho divino, el sueño palestino habrá acabado. Feliz café.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

A Israel le crecen los enanos

No pasa una semana sin que le surjan problemas al Estado de Israel, la mayoría derivados de sus políticas de ocupación, violencia e intolerancia.

En primer lugar, tiene un importante problema en su propia casa. Si la semana pasada, 53 actores desafiaban las leyes israelís anti-boicot y anunciaban que no actuarían en los teatros de más allá de las fronteras del 67, ahora un grupo de 150 académicos israelís de universidades de todo el país, de la talla de Slomo Sand, David Grossman o Amoz Oz, han respaldado públicamente a los actores.

También en casa, en concreto en Jerusalén, leemos en la prensa que cada vez son más los ciudadanos israelís que se manifiestan cada semana contra los desalojos ilegales de viviendas palestinas. En algunas de las últimas, se han llegado a juntar más de 5.000 personas, entre las que estaban algunos firmantes del manifiesto de los académicos.

Y para colmo, el 5 de septiembre se renudará en Haifa el juicio por el asesinato israelí de la activista norteamericana Rachel Corrie.

Otro de los frentes abiertos viene de Alemania, donde la hipoteca del Holocausto está llegando a su vencimiento, y la población teutona está dándose cuenta de que las políticas actuales de Israel no son justificables. Quizás por eso, el palestino Firas Maraghy se ha convertido en centro de atención. Lleva un mes en huelga de hambre en Berlín porque no le dejan volver a su país. Firas trabajaba en un centro de atención a discapacitados en Jerusalén, donde conoció a su mujer, de origen alemán. Se casaron en 2007, y se fueron a Alemania para que ésta pudiera terminar su carrera, pero con la intención de volver a Palestina. Han tenido una hija. Firas no ha ejercido su derecho a adquirir la nacionalidad alemana, precisamente para evitar perder su derecho a volver a su tierra. Constantemente se ven periodistas y activistas a su lado interesándose por la historia de Firas. Él es un ejemplo más de las políticas israelís para judeizar Jerusalén, sin dejar la oportunidad de librarse de un árabe más.

Y en España, los comerciantes de Mercabarna han cambiado sus dátiles israelís por dátiles tunecinos, ya que los consumidores se niegan a adquirir productos obtenidos en territorio ocupado. Esto supone un importante daño para Israel, habida cuenta del alto consumo de dátiles durante el Ramadán.

Quien siembra vientos, recoge tempestades. Ahora que comienza a subir la marea, no dejemos que se pare. Feliz café.